La última edición de la revista científica PNAS [1] revela una investigación pionera que ha logrado calcular la presencia de nanoplásticos y microplásticos en el agua, marcando un hito significativo en este campo.
Wei Min, uno de los autores del estudio y perteneciente a la Universidad de Columbia en Nueva York, destaca el desarrollo de una técnica innovadora para estos cálculos, anticipando su aplicabilidad en diversos sectores.
Min subraya la peligrosidad potencial de los nanoplásticos en comparación con los microplásticos, argumentando que, a pesar de ocupar menos volumen, su abundancia es el factor crucial:
«El tamaño no define su riesgo, es la cantidad; cuanto más diminuto el objeto, mayor su capacidad de penetrar en nuestro organismo».
Wei Min
No obstante, Min enfatiza la necesidad de una exploración más profunda en el mundo de los nanoplásticos, indicando que su estudio apenas comienza. Como punto de partida, se concentran en el análisis del agua del grifo, conocida por albergar cantidades menores de microplásticos y nanoplásticos en comparación con las botellas convencionales.
Hace aproximadamente dos décadas se constató la presencia generalizada de pequeñas partículas de plástico dispersas por todo el entorno: los conocidos microplásticos, derivados de la degradación de los objetos plásticos de uso cotidiano. Desde entonces, se ha conocido que algunos de estos microplásticos residen dentro de nuestro organismo; ciertos fragmentos son tan diminutos que logran circular a través del torrente sanguíneo, alcanzando órganos e incluso penetrando en las células.
Recientemente, un descubrimiento alarmante revela que el agua embotellada en recipientes de plástico contiene una cifra asombrosa de partículas por litro: entre 110.000 y 370.000, con un promedio de 240.000 partículas. La abrumadora mayoría de estas partículas corresponden a nanoplásticos, es decir, tienen dimensiones inferiores a un micrómetro.
¿Cuál es la diferencia entre nanoplásticos y microplásticos?
Los microplásticos se definen como partículas que tienen un tamaño que oscila entre un micrómetro y 5.000 micrómetros, equivalente a 5 milímetros. Por otro lado, los nanoplásticos son partículas cuyas dimensiones son inferiores a un micrómetro.
En un estudio reciente, se analizaron tres marcas de agua embotellada en EEUU, aunque no se han revelado las identidades de estas marcas. Los investigadores emplearon una técnica de vanguardia llamada microscopía de dispersión Raman estimulada, creada por el equipo, la cual consiste en sondear las muestras utilizando dos láseres afinados para resonar con moléculas específicas. Esta técnica permitió la detección de 7 tipos de plásticos en el agua analizada.
Hace casi seis años, otro estudio descubrió microplásticos y nanoplásticos en el 93% del contenido de 250 botellas de agua adquiridas en nueve países distintos. Este hallazgo previo resalta la prevalencia generalizada de estos elementos en el suministro de agua embotellada a nivel internacional.
Solo el 10% de las partículas detectadas corresponden a los 7 tipos de plástico analizados durante esta investigación. Entre las partículas encontradas predominan la poliamida, empleada en los filtros de plástico para la purificación del agua, y el tereftalato de polietileno (PET), material utilizado en la fabricación de la mayoría de las botellas.
Además de estos, se identificaron otros plásticos como el poliestireno, el cloruro de polivinilo y el metacrilato de polimetilo. Sin embargo, resulta preocupante el hecho de que los 7 plásticos analizados solo representen el 10% de las nanopartículas halladas; el restante 90% de las partículas permanece desconocido.
Estas partículas no identificadas podrían ser otros tipos de plásticos o incluso materiales distintos, lo que significa que esta investigación ha abierto una puerta hacia lo desconocido. Este descubrimiento sugiere que el trabajo de investigación está en sus inicios y promete explorar un terreno aún no explorado en su totalidad.
Los plásticos, al degradarse, terminan dispersándose en el ambiente en forma de diminutas partículas. A nivel global, se estima que se producen alrededor de 400 millones de toneladas de plástico anualmente, y gran parte de estos residuos acaban contaminando el medio ambiente: desde el aire hasta la tierra y el océano.
La preocupación radica en que a medida que las partículas de plástico se reducen en tamaño, aumenta la probabilidad de que ingresen en los organismos vivos, interfiriendo en su metabolismo y generando riesgos potenciales.
Aunque aún se desconoce por completo la magnitud de estos riesgos, ya se ha evidenciado que ciertas partículas plásticas pueden actuar como hormonas, alterando el crecimiento y desarrollo de los seres vivos, incluyendo a los seres humanos.
A medida que avanzan las investigaciones, como la realizada recientemente en la Universidad de Columbia, la incertidumbre sobre los posibles efectos adversos de los plásticos se intensifica. Esto resalta la urgencia de comprender mejor el impacto de estas partículas en los ecosistemas y la salud, subrayando la importancia de abordar este desafío científico de manera integral.
Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
1—pnas.org, «Rapid single-particle chemical imaging of nanoplastics by SRS microscopy», Naixin Qian, Xin Gao, Xiaoqi Lang y Wei Min, Revista PNAS, 8 de enero de 2024
2— culturavegana.com, «Nuestro querido Mar de plástico», Editorial Cultura Vegana, Última edición: 18 diciembre, 2022 | Publicación: 14 abril, 2018. 8 millones de toneladas de plástico al año, más de 200 kilos por minuto.
3— culturavegana.com, «Los peligros del microplástico», Documentales Cultura Vegana, Publicación: 14 abril, 2023. No hace mucho tiempo que los microplásticos son un problema público. Christian Laforsch es un pionero en la investigación de estas partículas.
4— culturavegana.com, «¿Cuánto microplástico comen las ballenas?», Editorial Cultura Vegana, Publicación: 18 diciembre, 2022. Un estudio sobre las ballenas azules, el animal más grande de la Tierra, revela que estos animales ingieren hasta 10 millones de piezas de plástico todos los días.
5— culturavegana.com, «A Plastic Ocean», Documentales Cultura Vegana, Publicación: 17 octubre, 2020. El documental A Plastic Ocean es una aventura filmada en más de 20 lugares de todo el mundo durante 4 años
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