Claves desde la evidencia científica.

La alimentación basada en plantas y la práctica del ayuno intermitente han despertado creciente interés en el ámbito de la salud neurológica. En un artículo publicado en NutritionFacts.org, el Dr. Michael Greger analiza cómo ambos enfoques podrían influir en dos problemáticas complejas: las migrañas recurrentes y las lesiones cerebrales traumáticas (TBI, por sus siglas en inglés) [1].
Este post destaca sus conclusiones, aporta contexto científico-nutricional y reflexionamos sobre su relevancia para seguir una dieta vegana, integral y sin aceites.
¿Qué nos dice la evidencia?
Greger señala que, aunque el ayuno ha sido propuesto como herramienta para aliviar distintos tipos de dolor de cabeza, los datos muestran que no siempre resulta una solución simple: saltarse comidas es, de hecho, “uno de los desencadenantes dietéticos más frecuentes” de dolores de cabeza en general [1].
Una revisión llevada a cabo en el TrueNorth Health Center en California encontró que casi 1 de cada 3 personas en un régimen de ayuno reportó cefaleas [1].
Por otro lado, en el contexto de lesiones cerebrales traumáticas, se describe un caso clínico notable: una mujer con 16 años de dolor de cabeza post-traumático crónico experimentó una mejoría duradera después de un periodo de ayuno seguido de una dieta basada en alimentos vegetales, sin azúcar, aceite ni sal añadidos [1].
Además, los datos preliminares de un estudio aleatorizado en personas con migrañas recurrentes sugieren que una dieta basada en plantas puede reducir significativamente la frecuencia, intensidad y días con dolor de cabeza, y conllevar un menor uso de analgésicos [1].
Reflexión desde la perspectiva vegana e integral
Para quienes seguimos una dieta vegana, integral y sin aceites añadidos, estos hallazgos resuenan con ciertas directrices nutricionales clave:
- El abandono del aceite —como decisión consciente para evitar grasas refinadas o altamente calóricas— puede contribuir indirectamente a una menor carga inflamatoria y mejor calidad nutricional global.
- El enfoque integral de una dieta basada en plantas favorece alimentos ricos en compuestos antiinflamatorios (polifenoles, fibra, fitoquímicos) y libres de ácido araquidónico, responsable de mediadores pro-inflamatorios derivados de la carne, la leche o los huevos [1].
- En el caso específico de la función endotelial —relevante en el síndrome de Leriche y la disfunción endotelial—, la reducción de cargas inflamatorias y la mejora del perfil lipídico y oxidativo pueden traducirse en beneficio vascular y neurológico.
Precauciones y aplicación práctica
Si bien los datos son prometedores, conviene tener en cuenta que:
- No todos los estudios son amplios o definitivos: por ejemplo, el caso clínico referido es anecdótico y puede combinar varios cambios simultáneos (ayuno + dieta vegetal + eliminación de azúcar, aceite y sal).
- El ayuno puede ser contraproducente para algunas personas con migrañas o antecedentes neurológicos. En los estudios de Greger se menciona que saltarse comidas derivó en dolor de cabeza en numerosos casos [1].
- Para personas con síndrome de Leriche, arritmia o disfunción endotelial, cualquier cambio dietético o de ayuno debe coordinarse con el especialista médico.
Recomendaciones prácticas adaptadas
- Adoptar una dieta basada en plantas integral, priorizando alimentos sin procesar (frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, semillas en forma entera), evitando aceites añadidos, azúcares refinados y exceso de sal.
- Considerar la posibilidad del ayuno moderado (por ejemplo, ayuno intermitente 16/8) solo si está médicamente autorizado y supervisado.
- Aumentar la ingesta de alimentos ricos en compuestos antiinflamatorios y protectores del endotelio: bayas, cúrcuma, té verde, granos integrales, legumbres.
- Mantener un patrón de comidas regulares para evitar los “saltarse comidas” que pueden desencadenar migrañas.
- Llevar un diario de síntomas neurológicos (frecuencia/intensidad de migrañas, calidad del sueño, marcadores vasculares).
- Coordinar toda intervención dietética con el equipo sanitario responsable.
Evidencia clínica: la reversión de la disfunción endotelial
Los hallazgos señalados por Michael Greger se alinean con décadas de investigación clínica llevadas a cabo por los doctores Caldwell B. Esselstyn y Dean Ornish, dos de los pioneros en demostrar que una dieta basada en plantas, integral y sin aceites añadidos puede no solo prevenir, sino incluso revertir enfermedades cardiovasculares [2][3].
Esselstyn, cirujano del Cleveland Clinic, condujo uno de los estudios más influyentes sobre el papel de la alimentación en la salud vascular. En su trabajo con pacientes con enfermedad coronaria avanzada, observó que una alimentación 100% vegetal y libre de aceites reducía la inflamación endotelial, mejoraba la vasodilatación y detenía la progresión de la aterosclerosis. Los participantes que siguieron estrictamente este patrón no solo estabilizaron sus lesiones, sino que presentaron una regresión documentada en la obstrucción de las arterias coronarias [2].
Por su parte, Dean Ornish, desde la Universidad de California en San Francisco, diseñó un programa clínico integral que combinaba dieta vegetal baja en grasas, ejercicio moderado, manejo del estrés y apoyo social. Sus resultados, publicados en The Lancet y JAMA, demostraron que incluso en pacientes con enfermedad coronaria severa, la perfusión miocárdica y la función endotelial mejoraban significativamente sin necesidad de fármacos o cirugía [3].
Ambos estudios coinciden en que el endotelio —la capa interna de los vasos sanguíneos— es extremadamente sensible a los componentes de la dieta. Las grasas saturadas y los aceites refinados alteran su capacidad de producir óxido nítrico, la molécula responsable de la dilatación arterial y del flujo sanguíneo adecuado. Por el contrario, una alimentación rica en frutas, verduras, legumbres y cereales integrales favorece su regeneración y mantiene una función vascular óptima.
En el contexto del síndrome de Leriche y la disfunción endotelial, estas investigaciones aportan un marco científico sólido para comprender por qué una alimentación vegana, integral y sin aceites puede ser una herramienta terapéutica relevante: reduce la inflamación sistémica, mejora la oxigenación tisular y protege frente a eventos vasculares futuros.
El artículo del Dr. Michael Greger aporta luz sobre la interacción entre dieta, ayuno y salud neurológica, incluyendo migrañas y traumatismos craneoencefálicos. Para quienes seguimos un enfoque vegano, integral y sin aceites, estos hallazgos refuerzan la coherencia entre ética, alimentación y salud sistémica. Las intervenciones como el ayuno deben aplicarse con prudencia y supervisión médica, especialmente en cuadros vasculares complejos. La clave sigue siendo la coherencia entre lo que creemos, lo que comemos y lo que nuestro cuerpo necesita.
Jaume Domenech
Content Curator & Plant Food-Tech Advocate
Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
1 — NutritionFacts.org, «El ayuno y las dietas vegetales para las migrañas y los traumatismos craneoencefálicos», Dr. Michael Greger, 28 de octubre de 2025. ¿Qué efectos tiene el ayuno y una dieta basada en plantas en las lesiones cerebrales traumáticas (TBI) y las migrañas? Un estudio no controlado y no publicado mostró un posible efecto beneficioso del ayuno sobre las migrañas, pero en realidad el ayuno puede ser más propenso a desencadenarlas que a aliviarlas. …
2 — Esselstyn, Caldwell B. Jr., Prevent and Reverse Heart Disease: The Revolutionary, Scientifically Proven, Nutrition-Based Cure, Avery, 2007. Ensayo clínico pionero realizado en pacientes con enfermedad coronaria avanzada. El Dr. Esselstyn demostró que una dieta completamente basada en alimentos vegetales, sin aceites ni grasas añadidas, puede detener e incluso revertir la progresión de la aterosclerosis. Los participantes que siguieron estrictamente el plan alimentario presentaron mejoría en la función endotelial, regresión de las placas arteriales y ausencia de nuevos eventos cardiovasculares durante más de una década.
3 — Ornish, Dean et al., “Intensive Lifestyle Changes for Reversal of Coronary Heart Disease”, Journal of the American Medical Association (JAMA), vol. 280, n.º 23, 1998, pp. 2001–2007.
Estudio clínico controlado que mostró la reversión de la enfermedad coronaria mediante un programa integral que combinaba dieta vegetariana baja en grasas, ejercicio moderado, control del estrés y apoyo emocional. Los resultados evidenciaron una mejora significativa de la perfusión miocárdica y de la función endotelial, reduciendo la obstrucción arterial sin necesidad de medicación ni cirugía.
4 — Ornish, Dean, «Ornish Lifestyle Medicine Program: Outcomes in Patients with Chronic Disease», American Journal of Lifestyle Medicine, 2023. El estudio más reciente del equipo de Dean Ornish confirma que su programa integral basado en dieta vegetal baja en grasas, ejercicio moderado, apoyo emocional y manejo del estrés produce mejoras significativas en pacientes con enfermedades crónicas, incluidas las cardiovasculares y metabólicas. Los participantes mostraron reducción de la inflamación, mejor función endotelial, disminución de peso y mejora del bienestar general. Estos resultados consolidan la eficacia de un estilo de vida vegano e integral como estrategia de prevención y reversión de enfermedades crónicas.
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