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¡Go Vegan!

Son cada vez más las personas que deciden cambiar sus vidas para minimizar la huella de carbono que cada uno deja en el planeta, y cada vez más adoptan un estilo de vida acorde con la filosofía y cultura del veganismo. Más allá de ser una corriente, una tendencia o una moda, escoger una opción vegana es un ejercicio de libertad.

Uno de los grandes inspiradores contemporáneos para el cambio personal es sin duda el activista y comunicador Gary Yourofsky. Su discurso en el Instituto de Tecnología de Georgia lo han visto millones de personas y ha impactado en miles de nosotros empujando a centenares a dar el paso, a reconectar con nuestra fuente primigénica, a ser éticos, coherentes y individuos con una conciencia universal. Gracias Gary !!

Gary es periodista y locutor de radio, activista y defensor de los derechos de los animales. Sus acciones le han llevado a ser arrestado 13 veces y se le ha prohibido la entrada en varios países. Gary es un orador muy solicitado que ha ofrecido sus conferencias sobre su opción de ser vegano y la defensa de los derechos de los animales a miles de estudiantes en todo EEUU. Yourofsky es el fundador de ADAPTT, organización vegana que lucha por la abolición de la esclavitud, la explotación, el abuso y la matanza de animales.

En el verano de 2010, el activista Gary Yourofsky ofrecía una conferencia en la Universidad Georgia Tech durante la que desmontaba mitos, presentaba evidencias y retaba a los oyentes a elegir de forma consciente y ética los productos que consumen. Tras advertir de que no hablaba en nombre de la institución que acogía su charla y de que no pretendía desmitificar ninguna religión, ya que sus principios están muy en línea con la moral de las mismas, todas las cuales ordenan claramente “no matarás”, definía como esclavitud y holocausto animal el trato que los seres humanos están dando a los animales.

No importa la religión que profeses, tu ideología política ni tu clase social. Si hay algo claro es que el mundo en que vivimos necesita paz y compasión entre los seres que lo habitan. Al contrario de lo que afirman los dogmas religiosos y políticos, los animales no nos pertenecen. No son bienes, ni propiedad, ni son cosas inanimadas sin capacidad de razonar ni de sentir. Esa forma de verlos como si fueran máquinas no solamente es un error garrafal: es una auténtica locura. Todos sabemos que los animales utilizan los ojos para ver, las patas para caminar, las alas para volar, las aletas para nadar, la boca para comer, … ¿Por qué nos empeñamos en afirmar que los animales no utilizan el cerebro para pensar, para ser conscientes de sí mismos, para observar su medio y para sentir? ¿Así que absolutamente todos sus órganos tienen utilidad excepto el cerebro? No nos dejemos engañar por la enorme propaganda de quienes abusan de los animales. Todos los anuncios que nos indican que debemos comer carne, que debemos sazonarla con un montón de queso, que tenemos que beber más leche, etc. siempre van entrelazados por anuncios de clínicas contra el cáncer, bebidas energéticas y píldoras dietéticas. Y nosotros, con nuestra ceguera, no nos damos cuenta de la relación, no vemos que no solamente están matando a los animales, también nos están matando a nosotros y al planeta.

Mi objetivo hoy es, si abrís vuestra mente, quitaros esa ceguera y reconectaros con los animales, despertar las emociones, los sentimientos y la lógica que han sido reprimidos de forma intencionada por nuestra sociedad. (…) Todos los niños son amantes y defensores de los animales. Cuando somos pequeños, los animales nos hacen felices y nosotros hacemos todo lo posible para protegerlos. Porque los niños diferencian muy bien lo que está bien de lo que está mal. Sin embargo, con el tiempo se nos enseña a ignorar su sufrimiento, a excusar su dolor, a burlarnos de su existencia. ¿Dónde comienza el cambio? ¿Quién nos enseña a ser tan malvados, crueles e indiferentes hacia los animales, que antes eran nuestros amigos, hacia esos seres inofensivos que nunca nos han hecho nada? Pues bien, debemos saber que el odio es la forma más pura de un comportamiento adquirido. El racismo, el sexismo, la pedofilia, la xenofobia, …

Todos son comportamientos adquiridos. A los niños pequeños no les importa el color ni la religión de sus compañeros de juegos en el parque. Lo mismo ocurre con el especismo, término que define el amoral convencimiento de que la especie humana tiene todo el derecho de explotar, esclavizar y asesinar a otras especies, solamente porque está convencida de que es especial, superior a las demás especies. Pues bien, este convencimiento es la base de todas las formas de discriminación y la discriminación nunca es bondadosa: se ceba en quien es distinto. Me gustaría que adoptárais una mentalidad empática, que intentárais ver la situación desde el punto de vista del animal. Cuando uno no es la víctima, resulta bastante sencillo racionalizar la crueldad, la injusticia, la desigualdad, la esclavitud, e incluso el asesinato. Tras presentar un vídeo de cuatro minutos en el que se muestran imágenes de lo que ocurre dentro de un matadero, se solicita a la audiencia que se cuestione “si no es bueno para mis ojos, ¿por qué es bueno para mi estómago?” No me extraña que McDonalds, Burger King o Wendys no nos enseñen estas imágenes en sus anuncios, sino dibujos animados de animales sonrientes que bailan y juegan en los prados.

Es todo una mentira, un lavado de cerebro, una programación de la mente para que no te importen las cosas por las que normalmente te preocuparías, cosas que solían importarte. En estos momentos, en las autopistas estadounidenses hay 5.000 camiones en los que vacas, gallinas, cerdos, seres inocentes aterrorizados, son transportados a los mataderos, donde se les obligará a bajar del camión, se les colgará cabeza abajo y de donde saldrán troceados. ¿Conocéis alguna locura más grande que esta? Los consumidores de carne caminan por la calle como si su estilo de vida no estuviera causando ningún daño, como si fuera normal y natural consumir violencia y muerte.

Creo que este comportamiento no tiene ninguna excusa, y menos viniendo de una especie que afirma que sabe diferenciar lo que está bien de lo que está mal. Mi oferta es sencilla: ¿sabíais que, cuando salgáis por la puerta, podéis participar de forma activa en acabar con la masacre? Cada año doy unas 250 conferencias a unos 7.500 estudiantes y siempre encuentro frustrante que la gente venga a hablarme sobre la bondad y la compasión. Y no vengo aquí a venderos nada, ni a conseguir vuestras direcciones de email, ni a sacaros los cuartos. Vengo a hablaros sobre la terrible crueldad que está teniendo lugar en este planeta. Vengo a deciros que el veganismo es la forma de poner en práctica la compasión y la bondad de la que todo el mundo habla, vuestra opción de mostrar a los demás que de verdad sois pacifistas, vuestra oportunidad de formar parte de una auténtica revolución, de dejar una huella en el planeta causando el menor impacto posible.

Gary Yourofsky
Universidad Georgia Tech, 2010

A veces se plantea que la igualdad animal es una idea utópica, que es imposible que todo el mundo sea vegano, que siempre se ha explotado a los animales y que se seguirá haciendo… pero aunque no podamos erradicar una injusticia por completo, esto no justifica que participemos en ella.

Actualmente, hay miles de activistas a nivel mundial promoviendo el Veganismo con eficacia, entre tantos hay oradores como Gary Yourofsky quien ha dado cientos de charlas a miles de estudiantes y posee miles de testimonios en su página web de nuevos veganos que decidieron cambiar su vida y la de millones de animales haciéndose veganos tras haber escuchado su mensaje.

Aunque no los veamos, los laboratorios donde ensayan nuevos fármacos, los mataderos, las redes de pesca, están ahí y continúan suponiendo la muerte y sufrimiento de millones de animales cada hora. Podemos cambiar el destino de miles de individuos si dejamos de participar en su explotación. Cuando decidimos no consumir productos de origen animal, no vestirnos con su piel o pelo, no acudir a espectáculos que los utilicen, la igualdad animal deja de ser utópica para convertirse en realidad. Realidad para todos los animales que no morirán para acabar en nuestro plato o en nuestros pies convertidos en zapatos. Realidad porque supone un escalón más hacia el cambio social que buscamos: el fin de la discriminación hacia los demás animales: el fin del especismo.

¿Cómo podemos ayudar a los demás animales?

Uno de los pasos más importantes y eficientes para ayudar a los demás animales es dejar de utilizarles. La demanda que realizamos de productos y servicios que provienen de su utilización como recursos hace que estos sean criados, confinados y matados. Cada vez que alguien se hace vegano, está en cierta forma salvando la vida a muchos otros animales que padecerían diversos sufrimientos y finalmente serían matados por sus hábitos de vida.

Alzando la voz por ellos

A diferencia de otros movimientos de liberación, en éste los individuos oprimidos no pueden amotinarse u organizar manifestaciones… son esclavos desde el momento en el que nacen hasta el día mueren. Miles de animales mueren cada segundo, es necesario y urgente que alcemos la voz por ellos, que contribuyamos a que más gente cuestione el especismo y lo supere. Puedes ayudar a los animales de muchas formas tanto por tu cuenta como participando y colaborando en una organización como Igualdad Animal.

El sistema actual nos invita a seguir las 5 reglas básica: Estudiar, trabajar, consumir, reproducirse y morir.

La primera regla nos hace pensar que el conocimiento es privado y sólo podemos acceder a él mediante el sistema educativo (Universidades, Institutos, etc.) Pero la gran verdad es que éste se encuentra en todas partes, incluso en internet. Finalmente, trabajamos hasta el cansancio por trozos de papel cuyo valor se decide por personas que ni nos imaginamos que existen para luego gastar todo este montón de papel por cosas que no no necesitamos y, en muchos casos, con dinero que no tenemos.
Las dos últimas reglas tienen el poder supremo sobre nuestras vidas, al punto de cohibirnos de hacer muchísimas otras cosas aún más importantes. Vivimos el día a día con nubosidad sobre lo que realmente está sucediendo a nuestro alrededor debido a que todo tipo de males como la guerra, el hambre, la enfermedad y la discriminación forman parte directa de nuestra cotidianidad y parece no importarnos.

Todos tenemos talentos, características y sueños individuales que deseamos realizar, pero, debemos entender que sino anteponemos la lucha por un cambio drástico en la manera como va el mundo, en menos de 2 décadas no tendremos planeta donde cumplir esos sueños tan anhelados. Por eso, podemos ser escritores, médicos, diseñadores o vendedores pero sólo viendo el activismo como una disciplina revolucionaria y no como un hobby es que los medianos pero certeros pasos que ha dado el Veganismo a nivel mundial comenzarán a volverse agigantados. Si el planeta estuviese lleno de personas dando charlas y promoviendo el veganismo constantemente la explotación animal sería sentenciada como un crimen de lesa humanidad.

En defensa del retiro de un grande; Gary Yourofsky

Fue en Abril de 2017 cuando se nos anunció a través esta publicación de Facebook una mala noticia para el activismo por los derechos de los animales, y sobretodo para los animales no humanos. El retiro del activismo en primera línea de quién posiblemente ha sido el activista más efectivo nunca habido hasta el momento a la hora de quitar la venda de los ojos a millones de personas alrededor del mundo y por ende, de promover el Veganismo. Que no es otro que el carismático y políticamente incorrecto Gary Yourofsky.

Yourofsky nos hace saber a través de ese comunicado que tras más de 18 años de activismo directo, desde 1996 a 2014, y otros dos años de activismo en la red, su mente ya no lo puede soportar más y decide darse un respiro antes de que pueda derivar en problemas más grandes. Y es que para el que también practique el activismo, bien será sabido, que tener que enfrentarse a diario a la cara más hipócrita, dañina y cruel de una humanidad profundamente anclada en el especismo, no es precisamente algo que resulte agradable o reconfortante. Porque para practicar el activismo por los derechos de los animales, a uno no le queda más remedio que recordar a cada momento que el holocausto más grande de toda la historia de la humanidad sigue cobrándose miles de victimas alrededor del mundo por cada segundo que pasa. Y que por ende, no es raro irse a dormir con esa atroz realidad en mente, de la que la mayoría no quiere oír pero que sin embargo sí que quieren ingerir, para que al día siguiente cuando te levantes, sino es que has soñado con ello, volver a tenerla presente…

Si a lo dicho tenemos en cuenta las continuas críticas, insultos y calumnias que Yourofsky ha recibido continuamente a lo largo de su carrera como activista, ya no solo de sectores especistas, sino también incluso de sectores veganos aferrados al correctivismo político predominante, o como él mismo los llama “apologistas-pacifistas-intereseccionalistas”, la naturaleza de su decisión es totalmente entendible. Criticas que empezaron a tomar forma cuando durante la temporada 2012-13 fue a Israel a impartir conferencias sobre Veganismo en varias ciudades como Tel Aviv, Jerusalen, Be’er Sheva, Givatayim o Haifa, apareciendo incluso en los medios públicos y sin cortarse un pelo a la hora de comparar lo que les hacemos a los animales, con lo que los nazis hicieron a los judíos. Atrevimiento que irónicamente supuso que en la actualidad Israel sea el país con el mayor número de veganos viviendo en el mismo (pronosticándose que lo son alrededor del 8% de su población)

Gary Yourofsky durante una de sus intervenciones en una entrevista de la televisión Israelí hablando de “Holocausto Animal”.

Lo lamentable de todo esto, es que a pesar de tan buenos resultados, parece que esta decisión de ir a Israel a promover el Veganismo le mereció a su vez una inmensa critica por parte de ese sector de veganos pro-derechos humanos que le recriminaron el no haber mencionado también el genocidio palestino. A lo cual Yourofsky obviamente ofendido e irritado respondió a sus críticos en este video. En el cual, a parte de dejar claro que aunque a algunos parece ser que no les gusta que se vaya a según que sitios a tratar que la gente deje de consumir animales él va a seguir yendo a donde le da la gana hacerlo, también dejó caer algunas declaraciones que aunque un tanto desafortunadas sobre esa situación (eso no lo ponemos en duda), parece ser que supusieron el detonante suficiente para que desde entonces dicho sector supuestamente “interseccionalista” tratara de cavarle una tumba como activista. Pena por cierto, que tanta exaltación y atrevimiento en tratar de destruir su imagen no se focalizara contra figuras especistas… Pero nada, ahí es donde empezaron las calumnias serias contra su persona, acusándole y acuñándole términos como sionista, machista, racista, homófobo, patriarca y no se cuantas cosas feas más. Ah! E incluso también especista….

Conceptos gráficos que para nada concuerdan con los sentimientos de Gary hacía cualquier humano que sea partícipe del consumo de animales, independientemente de cual sea su identidad, creencias o gustos. Pues es fácil entrever que el menosprecio de Gary Yourofsky hacía los humanos no es selectivo (tal y como exteriorizan dichos términos), sino global. Y es que tan solo es necesario pasarnos por su página de Facebook y echar una ojeada a sus publicaciones para entender que de manera malintencionada y con tergiversaciones se le podrían adjudicar muchos “-ismos”, aunque en la realidad sus palabras no coincidan con esas acusaciones.

Es decir, no es racista porque no desprecia a los negros por su color de piel, sino solo a esos que aún clamando por sus derechos, hipócritamente siguen siendo opresores de los no-humanos. De la misma manera que también lo hace contra blancos, asiáticos y cualquier otro tipo de comunidad o raza que clame por sus derechos mientras que pisotea los de otros.

Tampoco es islamofóbo ya que él no menosprecia a la gente que practica el islam por sus creencias, sino nuevamente por su condición de opresores independientemente del dios al que recen. Justamente de la misma manera que también acomete a cualquier otro grupo de religiosos opresores de animales. Ya sean cristianos, judíos, hinduistas, etc.

Tampoco es sionista porque la causa de Israel simplemente le da completamente igual. Es decir, siente indiferencia, pero no odio. Y es que nuevamente él solo atiende a que en el conflicto entre Israelís y Palestinos hay grupos de humanos que independientemente de los problemas que tengan entre ellos y del lado que estén, siguen oprimiendo y consumiendo a no-humanos.

Y por último, obviamente tampoco es especista, sino misántropo tal y como él bien reivindica una y otra vez. Es decir, él detesta a la especie humana en general y además por razones obvias, pero no parciales. El mismo dice que contrariamente no detesta a los individuos humanos en sí mismos, siempre y cuando claro, no sean partícipes de la agresión constante y generalizada que viven alrededor del mundo los animales no humanos.

En definitiva, Yourofsky lo que hace es alusión a esos grupos de humanos porque aunque en general son considerados víctimas para la gran mayoría de la sociedad, siguen existiendo otras víctimas por debajo de estas primeras en condiciones mucho peores y además también a su merced. Es decir, lo que Yoursofsky reprocha, es la hipocresía de muchos grupos de humanos subyugados (y de aquellos que los defienden) por otros grupos de humanos por ser igualmente cómplices de la violencia más extendida ente planeta, que no es otra que la que se ejerce contra nuestros congéneres biológicos del resto de especies. Y es por esto que Yourofsky dice no sentir pena ninguna por cualquier tipo de víctimas humanas, pero no por razones arbitrarias.

A lo dicho ¿Qué es lo que le ha pasado entonces a Yourofsky? ¿Por qué Yourofsky se ha marchado y parece siempre estar tan enfadado con todo el mundo? Pues lo que le ha pasado a Yourosfsky es algo normal, y es que está muy quemado. Esta muy quemado porque durante más de la mitad de su vida se ha dedicado exclusivamente a tratar de erradicar el holocausto animal de casi todas las formas posibles. Dando conferencias a doquier durante años en casi toda universidad de USA y de otros países, haciendo activismo en la calle, en las puertas de zoos, acuarios, restaurantes de comida rápida tipo McDonals, Burger King, etc, e incluso saboteando industrias y granjas del holocausto animal en infiltraciones ALF, con o sin compañía. Y todo esto supone ver y ser consciente continuamente del horror que sufren los no-humanos en nuestras manos desde un posición muy particular.

¿Y que es lo que se ha llevado a cambio? Pues a parte de ser acusado y juzgado como “ecoterrorista” peligroso por parte de las autoridades pertinentes, encerrado en prisiones extranjeras de máxima seguridad, negada su entrada en más de un Estado, apaleado, amenazado e insultado, etc. Lo que más ha sufrido Yourofsky ha sido de DECEPCIÓN. Decepción por ver que a pesar de sus grandes esfuerzos por ser la voz de los que no pueden defenderse por sí mismos, ser consciente de que la adicción y la indiferencia parecen ser lo único que condiciona los hábitos de consumo de la mayoría de humanos, y que a pesar de que esa mayoría ya sabe lo que está pasando, no parece darles la gana de cambiar sus egoístas y dañinos hábitos. Eso es lo que le ha pasado.

Pero nada, ahí están a su vez todos esos nuevos veganos progre-interseccionalistas del momento, para echársele encima por cualquiera comentario controvertido que en algún momento haya podido soltar. Una pena por eso, que estos cyber-oportunistas de lo políticamente correcto, no consideren también que posiblemente Yourofsky es la persona que más ha hecho y supuesto a la hora de promover el Veganismo en este planeta. Una verdadera pena.

A lo especificado cabría necesario ahora reflexionar ¿Cómo hubiéramos nosotros reaccionado ante tanta crítica y calumnia barata si estuviéramos en su lugar? ¿Cómo hubiéramos reaccionado cuando nuestro activismo nos obliga a presenciar personalmente tanto sufrimiento sobre los no-humanos (mataderos, granjas, experimentos, maltratos, etc) durante años, casi a diario y en directo, para luego recibir reproches y ataques fáciles de quienes hacen menos que nosotros? ¿Cómo hubiéramos reaccio

nado cuando nuestra intención no es otra que la de terminar con ese sufrimiento e injusticia para que luego esos críticos salten sobre nosotros porque nos hemos olvidado de incluir en nuestro discurso a un sector anecdótico (comparándolo al holocausto animal) de humanos siendo masacrados por otros humanos?

Aunque parece ser, que para las masas criticas solo hay blanco o negro, y no tienen en cuenta que activistas tan significativos como Yourofsky no son divinidades, ni superhéroes, ni seres de luz perfectos… Gary Yourofsky es un ser de carne y hueso como cualquiera de nosotros, y como tal también es susceptible a equivocarse y enfadarse en aquellos momentos que se siente atacado ¿Merecía por tanto una persona que ha dado por completo su vida por los animales no humanos tanta crítica por un episodio accidental y ocasional? ¿Por qué no considerar también de forma ecuánime todo aquello que lleva haciendo tan bien durante tanto tiempo? ¿Merecida Yourofsky toda esa oleada de criticas que finalmente han conseguido desembarcarle del activismo? ¿Están ahora esos veganos anti-Yourofsky contentos y felices celebrando el resultado?

Porque si es así, quizás deberían de cuestionarse si de verdad son tan interseccionalistas como dicen ser, porque el retiro de Yourofsky no es algo para vitorear si entendemos que los no-humanos no merecen menor consideración que los humanos. Claro que cierto es, que construirse una reputación puede costarle a uno toda una vida, pero en cambio que te la destruyan por trivialidades tan solo puede requerir de unos minutos.


Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com