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La dieta mediterránea sin aceite: la verdadera aliada contra el Alzheimer y la diabetes tipo 2

Publicación: 29 agosto, 2025 |

¿Sabías que la llamada “dieta mediterránea” podría reducir el riesgo de Alzheimer y diabetes tipo 2, incluso en personas con predisposición genética?

© Foto by JIUN-JE LIN

Nuevos estudios confirman que este patrón alimentario rico en vegetales es una poderosa herramienta de prevención. Sin embargo, también demuestran algo que rara vez se dice: no es el aceite de oliva lo que protege, sino las legumbres, cereales integrales, verduras, frutas y frutos secos.

El aceite, aunque se presente como “el corazón” de la dieta mediterránea, es en realidad un mito promovido por la industria aceitera que ha encontrado en la narrativa de la “grasa saludable” un negocio multimillonario.

La evidencia científica: beneficios sin necesidad de aceite

Un equipo de investigadores de Mass General Brigham y la Harvard T.H. Chan School of Public Health analizó a miles de personas, incluidas aquellas portadoras del gen APOE4, que multiplica el riesgo de Alzheimer. Descubrieron que quienes seguían una dieta rica en vegetales, legumbres, frutas y cereales integrales reducían significativamente el riesgo de desarrollar demencia, incluso frente a la genética [1].

De forma paralela, un ensayo clínico con más de 4.700 personas en España reveló que una alimentación mediterránea acompañada de ejercicio y restricción calórica reducía el riesgo de diabetes tipo 2 en un 31%. Lo interesante: los beneficios no provenían del aceite de oliva, sino de la densidad nutricional de los alimentos vegetales y de la fibra fermentable, clave para regular la glucosa y mejorar la sensibilidad a la insulina [2].

El mito del aceite de oliva: marketing y enfermedad cardiovascular

Durante los años 80, el aceite de oliva dejó de recomendarse en España porque se consideraba dañino para las arterias. Poco después, gracias a la presión de la industria y a campañas financiadas como el famoso estudio PREDIMED, el aceite fue reintroducido como supuesto “superalimento” cardioprotector [3].

La realidad es que:

  • El aceite de oliva es 100% grasa procesada, sin fibra ni antioxidantes relevantes.
  • Aporta más de 120 calorías por cucharada, favoreciendo el sobrepeso y la inflamación.
  • No revierte la aterosclerosis ni previene los accidentes cerebrovasculares (ACV).
  • Médicos como Dr. Caldwell Esselstyn y Dr. Dean Ornish han demostrado que los pacientes con enfermedad cardiovascular logran frenar y revertir placas arteriales únicamente eliminando los aceites de la dieta [4][5].

En palabras de Esselstyn: “El aceite de oliva no es un alimento saludable. Provoca disfunción endotelial y contribuye al daño arterial, el primer paso hacia un infarto o un ACV” [6].

La epidemia silenciosa: ACV y aceite

Los accidentes cerebrovasculares (ACV) son hoy la principal causa de discapacidad en el mundo y una de las primeras causas de muerte en España [7]. La mayor parte de estos casos se relacionan con la aterosclerosis: la acumulación de grasa en las arterias que limita el flujo sanguíneo al cerebro.

Aunque el aceite de oliva sea “menos malo” que la mantequilla o la manteca, sigue siendo un aceite y actúa de forma negativa sobre el endotelio (la capa que recubre los vasos sanguíneos), favoreciendo la rigidez arterial y los microcoágulos. El resultado es un daño acumulado que se traduce en ictus, infartos y demencia vascular [8].

¿Cómo sería una dieta mediterránea realmente saludable?

Una auténtica dieta mediterránea, adaptada al siglo XXI y a una perspectiva vegana, se basa en:

  • Legumbres: garbanzos, lentejas, judías.
  • Cereales integrales: avena, trigo sarraceno, cebada, arroz integral.
  • Verduras y hortalizas frescas: de temporada, locales y variadas.
  • Frutas enteras: ricas en fibra y antioxidantes.
  • Frutos secos y semillas: en cantidades moderadas.
  • Hierbas y especias: para saborizar sin recurrir a aceites.
  • Eliminación total de aceites: no procesar las grasas sino consumirlas en su matriz natural (olivas enteras, aguacate, semillas).

La ciencia lo confirma: la dieta mediterránea puede protegernos contra el Alzheimer y la diabetes tipo 2, pero el aceite de oliva no es el héroe, sino el caballo de Troya de la industria alimentaria.

Si queremos una vida larga y libre de la epidemia silenciosa de los ACV, necesitamos volver a la base original de la dieta mediterránea: plantas enteras, sin procesar, sin aceites añadidos.

Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

  1. Zhou, A. et al. Mediterranean diet and risk of dementia in APOE4 carriers. Nature Medicine. 2025.
  2. Salas-Salvadó, J. et al. Effect of an Energy-Reduced Mediterranean Diet on Type 2 Diabetes Risk in Individuals with Metabolic Syndrome: Randomized Clinical Trial. Diabetes Care. 2022.
  3. Martínez-González, M.A. et al. PREDIMED study: challenges and contributions to Mediterranean diet research. Nutr Rev. 2019.
  4. Esselstyn, C.B. Resolving the Coronary Artery Disease Epidemic Through Plant-Based Nutrition. Prev Cardiol. 2001.
  5. Ornish, D. et al. Intensive lifestyle changes for reversal of coronary heart disease. JAMA. 1998.
  6. Esselstyn, C.B. Prevent and Reverse Heart Disease. Penguin Books, 2007.
  7. World Health Organization. Stroke Fact Sheet. WHO, 2023.
  8. Vogel, R.A. The postprandial effects of components of the Mediterranean diet on endothelial function. J Am Coll Cardiol. 2000.

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