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Dieta y asma

Publicación: 23 julio, 2025 |

Una dieta a base de plantas puede ayudar a prevenir y controlar el asma, mientras que los productos lácteos y los alimentos ricos en grasas aumentan el riesgo.

© Foto by Cnordic Nordic

El asma es una afección crónica común en la que las vías respiratorias se estrechan e inflaman, lo que provoca dificultad para respirar, tos, sibilancias y falta de aire. Es una afección que afecta a casi 25 millones de estadounidenses, según los Centers for Disease Control and Prevention [1].

Nuestro equipo de investigación del Comité de Médicos examinó la evidencia relacionada con la dieta y el asma y descubrió que ciertos alimentos, como frutas, verduras, cereales integrales y otros alimentos ricos en fibra, pueden ser beneficiosos, mientras que otros, como los productos lácteos y los alimentos ricos en grasas saturadas, pueden ser perjudiciales [2]. Es importante seguir colaborando estrechamente con su profesional de la salud para controlar su salud y administrar sus medicamentos para el asma, incluso mientras realiza cambios en la dieta.

Beneficios de una dieta basada en plantas

Una dieta mediterránea con un alto contenido de alimentos de origen vegetal también se ha asociado con una mejor función pulmonar, una mejoría de los síntomas del asma, como las sibilancias, una reducción del uso de medicamentos para el asma, una menor gravedad de las crisis asmáticas y una reducción de los ingresos hospitalarios por asma [3-5]. También se ha descubierto que los niños nacidos de mujeres que siguen una dieta mediterránea durante el embarazo tienen un menor riesgo de desarrollar síntomas de asma [6]. Un estudio con niños peruanos reveló que el consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales, así como una menor ingesta de carne, reducía la probabilidad de padecer asma [7].

¿Cómo ayuda una dieta basada en plantas? Se ha demostrado que las dietas basadas en plantas reducen la inflamación sistémica, que puede exacerbar el asma [8]. Las dietas basadas en plantas también son ricas en fibra, lo que se ha asociado positivamente con mejoras en la función pulmonar [9-10]. La fibra promueve un microbioma intestinal saludable, que desempeña un papel en la respuesta inmunitaria y las enfermedades de las vías respiratorias [2].

Una dieta basada en plantas es una herramienta poderosa para mejorar los síntomas y controlar el asma, e incluso podría reducir la cantidad de medicamentos necesarios. No solo importa lo que llega a nuestros pulmones, sino también lo que llega a nuestro estómago.

Roxanne Becker
MBChB, DipIBLM, Editora Médica y Educadora del Comité de Médicos

Frutas y verduras

Comer frutas y verduras puede ser especialmente beneficioso en casos de asma. Un metaanálisis de más de 40 estudios ha demostrado que un consumo elevado de frutas y verduras se relaciona con un menor riesgo de asma en niños y adultos [11]. También se ha demostrado que las frutas y verduras mejoran la función pulmonar y hacen que la gravedad y los síntomas del asma, incluidas las sibilancias, sean más manejables [12].

Los investigadores sugieren que los antioxidantes y flavonoides presentes en los alimentos vegetales podrían tener un efecto protector al reducir la inflamación en el cuerpo y las vías respiratorias. Un estudio comparó una dieta baja en antioxidantes (menos de una porción de fruta y dos de verduras) con una dieta alta en antioxidantes (cinco porciones de verduras y dos de fruta al día). Tras 14 semanas, quienes consumieron más frutas y verduras presentaron una mejor función pulmonar y un menor riesgo de exacerbación del asma, en comparación con quienes consumieron menos [13].

Peligros de los lácteos

Los estudios demuestran que el consumo de lácteos puede aumentar el riesgo de asma y empeorar los síntomas. Un estudio reveló que los niños que consumían más lácteos tenían mayor probabilidad de desarrollar asma, en comparación con los que consumían menos [14]. En otro estudio, se asignó a niños con asma a un grupo de control, donde no realizaron cambios en su dieta, o a un grupo experimental donde eliminaron los lácteos y los huevos durante ocho semanas. Tras eliminar los lácteos, el grupo experimental experimentó una mejora del 22% en el flujo espiratorio máximo (una medida de la rapidez con la que los niños podían exhalar), mientras que los niños del grupo de control experimentaron una disminución del 0,6% [15].

Alimentos ricos en grasas

El consumo elevado de grasas, el consumo de grasas saturadas y el bajo consumo de fibra se han asociado con la inflamación de las vías respiratorias y el deterioro de la función pulmonar en pacientes con asma [2]. Investigadores probaron el efecto de las grasas saturadas pidiendo a los participantes con asma que redujeran su consumo durante 10 semanas [16]. Al final del ensayo, los participantes experimentaron una reducción de la inflamación de las vías respiratorias. Una dieta basada en alimentos integrales y frutas es naturalmente más baja en grasas saturadas, ya que los lácteos, la carne, los huevos y los alimentos procesados son las principales fuentes de grasas saturadas en la dieta estadounidense estándar.

Peso corporal

Mantener un peso corporal saludable puede reducir el riesgo de asma y ayudar a controlar los síntomas. Estudios han demostrado que los niños con sobrepeso y obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar asma, y este riesgo aumenta a medida que aumenta el grado de obesidad. Un estudio realizado en California reveló que los niños y adolescentes con sobrepeso, obesidad moderada u obesidad extrema presentaban un riesgo de obesidad un 16%, 23% y 37% mayor, respectivamente [17]. En personas con asma, un IMC más alto se asocia con un peor control del asma en niños y adolescentes y con una exacerbación del asma en adultos.

Una investigación publicada en 2024 en Annals of Allergy, Asthma & Immunology sugiere que esta relación entre la obesidad y el asma puede deberse a diversos factores, como la alteración de la mecánica respiratoria secundaria a la obesidad; el aumento de la apnea obstructiva del sueño debido a la obesidad; el aumento del reflujo ácido debido a la obesidad, que a su vez desencadena síntomas de asma; y el aumento de la inflamación crónica resultante del aumento de tejido adiposo [18]. Las intervenciones de ejercicio y dieta que resultan en pérdida de peso pueden mejorar los síntomas del asma y la función pulmonar, además de reducir las crisis de asma y el uso de medicamentos [18]. Los cambios en la dieta de los niños siempre deben ser supervisados por profesionales de la salud y deben centrarse en crear estilos de vida saludables, en lugar de centrarse únicamente en la pérdida de peso, para desalentar las relaciones poco saludables con la comida y el peso.

Comité de Médicos por una Medicina Responsable

Fuentes Bibliográficas

  1. Centers for Disease Control and Prevention. Most recent national asthma data. Updated May 10, 2023. Accessed April 22, 2024. https://www.cdc.gov/asthma/most_recent_national_asthma_data.htm
  2. Alwarith J, Kahleova H, Crosby L, et al. The role of nutrition in asthma prevention and treatment. Nutr Rev. 2020;78(11):928-938. doi:10.1093/nutrit/nuaa005
  3. Romieu I, Barraza-Villarreal A, Escamilla-Núñez C, et al. Dietary intake, lung function and airway inflammation in Mexico City school children exposed to air pollutants. Respir Res. 2009;10(1):122. doi:10.1186/1465-9921-10-122
  4. Calatayud-Sáez FM, Calatayud Moscoso Del Prado B, Gallego Fernández-Pacheco JG, González-Martín C, Alguacil Merino LF. Mediterranean diet and childhood asthma. Allergol Immunopathol (Madr). 2016;44(2):99-105. doi:10.1016/j.aller.2015.04.007
  5. Lv N, Xiao L, Ma J. Dietary pattern and asthma: a systematic review and meta-analysis. J Asthma Allergy. 2014;7:105-121. doi:10.2147/JAA.S49960
  6. Zhang Y, Lin J, Fu W, Liu S, Gong C, Dai J. Mediterranean diet during pregnancy and childhood for asthma in children: a systematic review and meta-analysis of observational studies. Pediatr Pulmonol. 2019;54(7):949-961. doi:10.1002/ppul.24338
  7. Rice JL, Romero KM, Galvez Davila RM, et al. Association between adherence to the mediterranean diet and asthma in Peruvian children. Lung. 2015;193(6):893-899. doi:10.1007/s00408-015-9792-9
  8. Strombom A. Asthma -prevention and treatment with a plant-based diet. Int J Pul Resp Sci. 2022;5(5):001-005. doi:10.19080/IJOPRS.2022.05.555672
  9. Hanson C, Lyden E, Rennard S, et al. The relationship between dietary fiber intake and lung function in the National Health and Nutrition Examination Surveys. Ann Am Thorac Soc. 2016;13(5):643-650. doi:10.1513/AnnalsATS.201509-609OC
  10. Kan H, Stevens J, Heiss G, Rose KM, London SJ. Dietary fiber, lung function, and chronic obstructive pulmonary disease in the Atherosclerosis Risk in Communities Study. Am J Epidemiol. 2008;167(5):570-578. doi:10.1093/aje/kwm343
  11. Seyedrezazadeh E, Moghaddam MP, Ansarin K, Vafa MR, Sharma S, Kolahdooz F. Fruit and vegetable intake and risk of wheezing and asthma: a systematic review and meta-analysis. Nutr Rev. 2014;72(7):411-428. doi:10.1111/nure.12121
  12. Hosseini B, Berthon BS, Wark P, Wood LG. Effects of fruit and vegetable consumption on risk of asthma, wheezing and immune responses: a systematic review and meta-analysis. Nutrients. 2017;9(4):341. doi:10.3390/nu9040341
  13. Wood LG, Garg ML, Smart JM, Scott HA, Barker D, Gibson PG. Manipulating antioxidant intake in asthma: a randomized controlled trial. Am J Clin Nutr. 2012;96(3):534-543. doi:10.3945/ajcn.111.032623
  14. Han YY, Forno E, Brehm JM, et al. Diet, interleukin-17, and childhood asthma in Puerto Ricans. Ann Allergy Asthma Immunol. 2015;115(4):288-293.e1. doi:10.1016/j.anai.2015.07.020
  15. Yusoff NA, Hampton SM, Dickerson JW, Morgan JB. The effects of exclusion of dietary egg and milk in the management of asthmatic children: a pilot study. J R Soc Promot Health. 2004;124(2):74-80. doi:10.1177/146642400412400211
  16. Scott HA, Gibson PG, Garg ML, et al. Dietary restriction and exercise improve airway inflammation and clinical outcomes in overweight and obese asthma: a randomized trial. Clin Exp Allergy. 2013;43(1):36-49. doi:10.1111/cea.12004
  17. Black MH, Zhou H, Takayanagi M, Jacobsen SJ, Koebnick C. Increased asthma risk and asthma-related health care complications associated with childhood obesity. Am J Epidemiol. 2013;178(7):1120-1128. doi:10.1093/aje/kwt093
  18. Averill SH, Forno E. Management of the pediatric patient with asthma and obesity. Ann Allergy Asthma Immunol. 2024;132(1):30-39. doi:10.1016/j.anai.2023.10.001

Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com

NOTAS BIBLIOGRÁFICAS

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