El veganismo y el streaming se han convertido en dos fuerzas culturales que están transformando la manera en que nos relacionamos con la información, la ética y el consumo.

En los últimos años, las plataformas audiovisuales han cambiado más la percepción pública del veganismo que décadas de campañas tradicionales. Documentales como The Game Changers , Cowspiracy, Seaspiracy o What the Health han alcanzado decenas de millones de espectadores, generando un impacto medible: según datos de Google Trends, las búsquedas globales del término “vegan” aumentaron un 580% desde el estreno de Cowspiracy en 2014 [1]. Además, un informe de Vegan Food & Living señaló que la conversación sobre alimentación vegetal se multiplicó por cinco en redes sociales entre 2020 y 2024 [2].
El veganismo conecta con nuevas audiencias a través del streaming, los contenidos digitales y las comunidades globales.
Las marcas, los activistas y los medios han entendido que conectar con la audiencia ya no significa solo informar, sino inspirar, emocionar y construir comunidad a través del lenguaje audiovisual. A continuación, las tres claves que definen esta nueva etapa del relato vegano en la era del streaming.
1. La autenticidad como herramienta narrativa
Del mismo modo, el veganismo —como movimiento ético y cultural— atraviesa una fase de madurez en la que la autenticidad se vuelve esencial. Toda persona vegana ha experimentado un punto de inflexión: el impacto profundo que supone tomar conciencia del proceso real que ocurre dentro de los mataderos y del mito arraigado que sostiene que los animales deben morir para que los humanos puedan vivir. Esa revelación no es simbólica, sino tangible y verificable, pese a los esfuerzos de la industria cárnica por ocultarla tras campañas de marketing y tradiciones normalizadas. Comprender y comunicar esa verdad, sin artificios, es una forma de narrativa transformadora que conecta con la empatía y con la necesidad de coherencia ética que hoy la sociedad empieza a reclamar.
Así como L’Oréal descubrió que el 57% del mercado del cuidado de la piel estaba en manos de mujeres invisibilizadas en la publicidad [3], el movimiento vegano ha identificado una brecha similar: la representación real. Durante años, los contenidos sobre veganismo se asociaron a estilos de vida elitistas o poco realistas. Sin embargo, la audiencia actual busca historias auténticas, contadas por personas con las que pueda identificarse.
Un estudio de la Vegan Society (2023) reveló que el 72% de los consumidores jóvenes confían más en el testimonio de un creador independiente que en una campaña institucional [4]. Por eso, comunicadores como Berto Calkins, Earthling Ed, Dominick Thompson, Genesis Butler, John Lewis, Tabitha Brown, Bryant Terry, Ashley Renne, Plant Based News o Mic the Vegan han ganado una enorme influencia: su autenticidad es su estrategia. Hablan desde la experiencia, no desde el guion. No venden un producto: comparten una transformación personal.
Las plataformas audiovisuales premian este tipo de contenido. En YouTube, los vídeos veganos con formato testimonial tienen un tiempo medio de visionado 9 veces superior a los anuncios de marcas alimentarias tradicionales [5]. En la nueva comunicación ética, ser genuino es más eficaz que ser perfecto.
2. El poder del formato audiovisual y la inteligencia digital
El auge de la inteligencia artificial en el análisis de audiencias está redefiniendo la difusión del mensaje vegano. Plataformas como YouTube, TikTok o Netflix utilizan algoritmos que detectan patrones de interés y recomiendan contenidos a nichos específicos. Cuando un documental o una campaña vegana consigue alinearse con esos algoritmos, el efecto viral es exponencial.
Tras el estreno de Seaspiracy (Netflix, 2021), las búsquedas globales sobre “pesca sostenible” y “dieta basada en plantas” se dispararon un 93% en solo tres semanas [6]. Netflix confirmó más de 50 millones de visualizaciones en el primer mes, y el informe de BBC Future Planet mostró una reducción temporal del consumo de pescado en Reino Unido del 7% entre los jóvenes de 18 a 25 años [7].
El formato audiovisual ofrece algo que ningún texto puede igualar: empatía visual y conexión emocional inmediata. Al igual que L’Oréal utilizó la IA para maximizar su alcance en la televisión conectada (cTV), las organizaciones veganas están aprendiendo a usar herramientas similares —desde la analítica predictiva hasta la personalización de vídeos— para dirigir campañas con precisión.
Documentales, podcasts, shorts y directos se combinan ahora en estrategias integradas. La clave no está solo en la producción, sino en la coherencia visual y emocional del mensaje: lo que se ve debe reflejar lo que se vive.
3. Comunidades digitales que crean cambio real
El tercer pilar del nuevo ecosistema comunicativo es la comunidad. El veganismo ya no se sostiene sobre campañas centralizadas, sino sobre redes descentralizadas de microcreadores, colectivos y consumidores conscientes que colaboran en tiempo real.
En TikTok, el hashtag #VeganTok supera los 24.000 millones de visualizaciones [8]; en Instagram, el movimiento #PlantBasedLife ha generado más de 40 millones de publicaciones originales [9]. Cada uno de estos contenidos —desde una receta sin aceite hasta una acción de rescate animal— suma al relato común.
La fuerza del movimiento reside en su horizontalidad: la conexión entre iguales. En lugar de imponer discursos, el veganismo actual propone espacios de diálogo, igual que L’Oréal creó su podcast para hablar con su público y no a su público [3]. Las comunidades digitales son, hoy, las nuevas plazas públicas del cambio: lugares donde se comparte conocimiento, se rompen estereotipos y se tejen redes de apoyo emocional y político.
Las cifras lo avalan: según el informe Vegan Market Europe 2025, el 42% de los nuevos consumidores de productos plant-based reconocen haber sido influenciados por contenido audiovisual o recomendaciones de creadores online [10].
Finalmente
El veganismo en la era del streaming ha comprendido lo que las marcas más innovadoras ya practican: que la conexión con la audiencia se construye desde la autenticidad, la tecnología y la comunidad.
No basta con tener una causa noble: hay que saber comunicarla con inteligencia emocional, narrativa audiovisual y estrategias basadas en datos reales. Eso lo saben los lobbys establecidos, pero también lo saben las nuevas generaciones que deciden no comer animales: las niñas y niños veganos.
En el nuevo escenario mediático, la verdad ética del veganismo encuentra su mejor altavoz, quizás desafortunadamente a través de la pantalla, solo en los donde la transparencia y la emoción generan la confianza que toda transformación necesita. En esta nueva era, el veganismo no solo se comunica: se ve, se siente y se contagia.
Jaume Domenech
Editor & Redactor
Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com
Fuentes bibliográficas
- Google Trends Data on “Vegan” Search Volume 2014–2024, Google, consultado el 3 de noviembre de 2025.
- Vegan Food & Living, “Social Media Trends in Plant-Based Eating 2020–2024”, septiembre 2024.
- Nilsa Santiago, 3 claves de L’Oréal para una conexión exitosa con la audiencia en la nueva era del streaming, Think with Google España, 2025.
- The Vegan Society, “Youth Survey: Trust in Ethical Messaging”, Londres, 2023.
- YouTube Analytics Report: Vegan Content Performance, Internal Data Summary, 2024.
- Netflix Media Center, “Seaspiracy: Global Viewership and Impact Report”, abril 2021.
- BBC Future Planet, “Has Seaspiracy Changed How We Eat Fish?”, junio 2021.
- TikTok Analytics Dashboard, “#VeganTok Global Metrics”, octubre 2025.
- Instagram Data Insights, “#PlantBasedLife Engagement Overview”, agosto 2025.
- Vegan Market Europe 2025 Report, European Plant-Based Association, Bruselas, 2025.
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