Durante años nos han vendido el aguacate como un “superalimento”, el rey de las tostadas hipster, el oro verde que cura todos los males.
Pero detrás de la imagen instagrameable y las campañas de marketing se esconde una realidad incómoda: España no tiene ni el clima ni el agua para este cultivo, y tampoco tu salud cardiovascular necesita tanto aguacate como te han hecho creer.
1. El espejismo verde en tierras secas
El aguacate es un árbol subtropical que, en su ecosistema original, crece donde hay humedad constante y temperaturas suaves. España, especialmente zonas como la Axarquía (Málaga) o partes de Granada y Cádiz, ha forzado su cultivo con riego intensivo en regiones que ya sufren sequías crónicas.
Datos de la Water Footprint Network indican que producir un kilo de aguacates requiere entre 800 y 1.000 litros de agua. Para entenderlo: eso es lo que bebe una persona en casi un año entero si solo contáramos el agua del grifo.
El resultado: acuíferos agotados, intrusión de agua salina y conflictos entre agricultores por recursos hídricos. Estamos hipotecando el futuro del agua en favor de una moda.
2. “Grasas saludables”: una etiqueta que no dice toda la verdad
Los defensores del aguacate argumentan que es rico en grasas monoinsaturadas, “buenas” para el corazón. Y es cierto… en un contexto moderado. Pero aquí viene la letra pequeña:
- El 75% de sus calorías provienen de grasa, de las cuales un 14 % son saturadas.
- Una pieza grande puede aportar más grasa que una hamburguesa (aunque de diferente perfil lipídico).
- En personas con enfermedad cardiovascular avanzada, hipercolesterolemia o síndrome metabólico, reducir la grasa total —incluso la “buena”— es una estrategia respaldada por cardiólogos como Dean Ornish o Caldwell Esselstyn.
Un estudio de Harvard (Journal of the American Heart Association, 2022) encontró beneficios en reemplazar grasas animales por aguacate una o dos veces por semana. Pero eso no significa que su consumo libre sea una receta para la salud. La dosis importa… y mucho.
3. El coste invisible de la moda
El marketing ha convertido al aguacate en símbolo de vida saludable, pero ha borrado de la conversación sus costes ambientales y matices nutricionales.
- En Chile, México o Sudáfrica, el cultivo intensivo ha causado deforestación y desplazamiento de cultivos básicos.
- En España, el impacto es hídrico y ecológico: monocultivos que sustituyen biodiversidad por un producto destinado, en gran parte, a la exportación.
- En salud pública, alimenta la idea errónea de que “mucha grasa saludable es mejor que poca grasa total”.
4. Un mensaje incómodo pero necesario
Como divulgador científico, debo decirlo claro: el aguacate no es veneno, pero tampoco es un salvoconducto hacia la salud.
- Si lo consumes, que sea ocasionalmente.
- Si tienes problemas cardiovasculares, revisa tu ingesta total de grasa, no solo el tipo.
- Y como sociedad, dejemos de plantar en zonas donde cada gota de agua es un tesoro.
El mito que debemos desmontar
El aguacate puede seguir en nuestras mesas… pero no en el pedestal en el que lo hemos colocado. No es sostenible cultivarlo donde falta agua, ni es saludable comerlo a diario para todos los perfiles. El verdadero lujo no es el aguacate: es el agua y la salud arterial que estamos poniendo en riesgo.
Si este artículo te incomoda, perfecto. Significa que estamos mirando más allá del plato y empezando a pensar como sociedad.
Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
1— culturavegana.com, «Los aguacates son los diamantes de sangre de México», La mafia del aguacate en Michoacán · Documentales DW, Editorial Cultura Vegana, Publicación: 25 mayo, 2023. Aguacate por todas partes: en las ensaladas, en las guarniciones y sobre todo, en las tostadas del desayuno.
2— culturavegana.com, «¿Dónde crecen los aguacates y los arándanos?», Documentales Cultura Vegana, Publicación: 7 abril, 2023. El impacto de los superalimentos. ¿Son los superalimentos beneficiosos para nosotros, pero perjudiciales para el medioambiente? El cultivo de aguacates y arándanos exige grandes cantidades de agua y genera elevadas emisiones de CO2 en su transporte a otros continentes. Aguacates y arándanos se promocionan como «superalimentos» en Europa. Son frutas nutritivas y saludables. En Chile, el cultivo del aguacate ya está provocando escasez de agua, mientras que en Perú se extiende masivamente el cultivo de arándanos.
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