Esta es la verdadera historia de los comienzos del Frente de Liberación Animal en los EEUU. Todos los personajes, incluidos los maravillosos animales que vas a conocer y que en su mayoría se salvaron, son de carne y hueso.
Ha sido necesario cambiar los nombres de las personas implicadas, así como algunos detalles que puedan revelar dónde viven y a qué se dedican, para que las autoridades no puedan identificarlas. Pese a que ha pasado mucho tiempo desde que este libro se publicó por primera vez, el FBI, la agencia de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos, Seguridad Interna y otros muchos departamentos gubernamentales, instigados y financiados por industrias dedicadas a la explotación animal, siguen empeñados en encerrar a cualquiera que interfiera en sus negocios, ya sea por liberar a los animales que explotan, o por causarles pérdidas económicas.
«Los toros no pueden hacer nada para exigir justicia. Sólo pueden defenderse lo mejor que pueden en una pelea con un final predeterminado y mueren sin saber por qué estaban obligados a soportar una muerte tan dolorosa y prolongada. Depende de nosotros, como sociedad civilizada, para pedir el fin de la corrida de los toros y corridas de toros.»
Ingrid Newkirk
«Valerie», la protagonista de Liberad a los animales, participa activamente en el movimiento por los derechos animales, pero no tiene sentido preguntarse quién es. Lo que importa es lo que los liberadores han logrado, cómo se juntaron, por qué sus caminos acabaron por separarse y quién vino tras ellos. Entender cómo algunas personas «normales» llegaron a quebrantar la ley para lograr la liberación de los animales puede que te cambie la vida.
El obispo Desmond Tutu dijo en cierta ocasión: «No hay nada más difícil que despertar a una persona que solo finge estar dormida». Los hombres y mujeres que entraron en los laboratorios y granjas de pieles tuvieron que derribar mucho más que puertas. Tuvieron que atravesar la resistencia del público y la apatía. Cuando empezaron los asaltos, el primer deber de los liberacionistas fue despertar a un público dormido, mostrarle, a personas que no querían enfrentar incómodas verdades, las atrocidades que a diario se cometían con la excusa de salvarles la vida y cubrirles el cuerpo de ropa.
«Tal vez medir la inteligencia animal comparándolo con la inteligencia humana no es la mejor prueba de fuego.»
Ingrid Newkirk
Estos primeros liberacionistas no solo tuvieron que hacer el trabajo sucio, también tuvieron que reunir suficiente información —a menudo secreta— para mostrar exactamente cómo animales extraordinarios sufrían horrible e inútilmente. Debieron asegurarse de que la gente echase un buen vistazo a lo que ocurría entre bastidores para que se convenciesen de que la «ciencia» es tortura gratuita y de que la piel no se obtiene de manera elegante.
Gracias a su diligencia se ha podido ver, una y otra vez, en televisión y prensa primero, en Internet después, el alcance del abuso que, a puertas cerradas, padecen los animales. La gente ya no puede fingir ignorancia, sabe que hay alternativas humanitarias para cualquier crueldad, desde la comida vegana hasta el cuero sintético, desde vida generada por computador hasta la disección de órganos virtuales.
«Yo sí apoyo liberar a los animales de la misma forma que apoyo que se liberen a los esclavos humanos, el trabajo infantil, las esclavas sexuales, y todo lo relacionado con ello. Pero no apoyo el fuego. No apoyo los incendios. Preferiría que esos edificios no estuviesen en pie, pero en algún nivel lo entiendo. Simplemente no me gusta ese método. Tal vez sea muy pretencioso de mi parte, porque no quiero que esos edificios funcionen si van a lastimar a alguien. Pero el FLA nunca ha lastimado a ratones ni a caballos.»
Ingrid Newkirk
Algunos de los miembros del ALF que conocerás en las páginas que siguen y muchos otros activistas que vinieron después de ellos —están actuando de modos cada vez más creativos para vencer sistemas de seguridad cada vez más sofisticados y leyes, tales como el Animal Enterprise Terrorism Act, decretadas especialmente para perseguir el activismo de los derechos de los animales— han terminado cumpliendo largas condenas. Algunos están todavía en la cárcel. Pero la mayoría de ellos, aquellos de cuyas portentosas proezas leerás ahora, o los que han proseguido la tradición liberacionista, a día de hoy continúan trabajando duro. Tratan de que el ser humano comprenda lo valiosa que es la libertad para todos los seres vivos y realizan acciones para que ese día esté cada vez más cerca. Ninguna ley puede matar el espíritu que arde con el deseo de alzarse contra la injusticia y de liberar a los oprimidos.
«Cuando se trata de tener un sistema nervioso central, y la capacidad de sentir el dolor, el hambre y la sed, una rata es un cerdo es un perro es un niño.»
Ingrid Newkirk
Espero que al leer este extraordinario y real informe, tu corazón se abra y te decidas a hacer algo —por supuesto, hay muchas maneras de ayudar de modo perfectamente legal— que sirva para desterrar los prejuicios que conducen a animales maravillosos a una vida de reclusión y a un doloroso y terrible final. Nuestra misión moral consiste en evitar el sufrimiento, liberar y respetar a todos los seres vivos, sin excluir a ninguna especie.
Juntos, con la voluntad de hacerlo, ¡podemos Liberar a los animales!
Ingrid Newkirk
La asombrosa y verdadera historia del Frente de Liberación Animal
Acerca de Free the Animals
El relato demoledor de la lucha de una mujer contra las fuerzas que apoyan el abuso de los animales, Free the Animals es la historia más vendida y llena de acción de aventuras subterráneas, así como una elocuente súplica por los derechos de los animales no humanos.
Free the Animals, con una introducción de Chrissie Hynde, es la historia de Valerie, una oficial de policía de 23 años en el condado de Montgomery, Maryland, cuyo mundo se puso patas arriba cuando se enteró de los abusos de los animales en los laboratorios. El libro describe cómo esta mujer respetuosa de la ley llegó a desafiar el sistema realizando acciones directas y examina por qué la gente común se ve impulsada a hacer cosas extraordinarias en nombre de los animales.
Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
1- Ingrid Newkirk [1949] es una activista social defensora de los derechos de los animales, escritora y presidente y cofundadora de PETA Personas por el Trato Ético de los Animales, la organización más grande del mundo dedicada a proteger a los animales.
Comparte este post sobre Liberad a los animales en redes sociales