2.200 millones de personas no tienen acceso al agua de forma segura. Esta cifra no cesa de empeorar.
Unicef refleja que cada día mueren más de 700 niños en el mundo por enfermedades relacionadas con la falta de agua potable y saneamiento. El 47% de las escuelas carecen de las instalaciones adecuadas para lavarse las manos y como consecuencia de la crisis climática, se estima que unos 600 millones de niños, el 25% vivirán en zonas con recursos hídricos muy escasos. En África subsahariana, el número de personas que carecen de agua potable gestionada adecuadamente ha aumentado en más del 40% desde 2000.
El acceso al agua potable y el saneamiento son imprescindibles para la vida y es un derecho humano básico. El agua es vital para el desarrollo sostenible, desde la salud y la nutrición hasta la igualdad de género y la economía. Durante los próximos años, los problemas relacionados con los recursos hídricos serán cada vez más urgentes. El aumento de la demanda de una población cada vez más numerosa y una economía mundial que evoluciona ahora más que nunca, combinado con los efectos del cambio climático, acentuarán la dificultad del acceso al agua y al saneamiento para uso doméstico. Muchos expertos sostienen que un suministro irregular de agua podría reducir el avance socioeconómico en el futuro.
Con el fin de acelerar las iniciativas encaminadas a hacer frente a los desafíos relativos a los recursos hídricos, la Asamblea General de la ONU proclamó el período 2018-2028 Decenio Internacional para la Acción «Agua para el Desarrollo Sostenible», que comienza el 22 de marzo de 2018, Día Mundial del Agua, y termina esa misma fecha en 2028.
Pero eso no ha evitado que se comercialize con el líquido elemento. El agua cotiza en el mercado de futuros de EEUU, como una mercancía sometida a pura especulación, en un contexto de crisis climática debida al calentamiento global. Una crisis climática que agudiza el estrés hídrico, da lugar a sequías permanentes y provoca cambios en los patrones de lluvia.
Alrededor del mundo, mujeres y niñas dedican más de 125 millones de horas cada día para recolectar agua para sus familias en recipientes que pueden llegar a pesar hasta 20 kilos. Si traducimos esto a una realidad donde está garantizada con solo abrir un grifo, solo en África subsahariana se destinan cada año 40.000 millones de horas para ir en busca de agua potable. Esto equivale a un año entero de trabajo de toda la fuerza laboral en Francia.
Una vez más, los efectos del cambio climático junto a la creciente mercantilización del agua afectan especialmente a las mujeres. Aunque nunca sobra recordar las injustas y desiguales implicaciones de su falta de acceso, hoy queremos reivindicar su papel como poderosas defensoras del derecho humano a este recurso y al saneamiento. Para ellas y para su pueblo. Ellas transmiten el valor que tiene para la familia, las comunidades, las tradiciones y las culturas. Ellas gestionan y ahorran. Ellas detectan los problemas y dan la voz de alarma. Ellas defienden este recurso clave para la vida, a veces poniendo en riesgo la suya propia.
Victoria Martínez es mexicana. Ella, junto a otras mujeres de las comunidades mazahuas, en México tomaron el mando de la lucha en defensa de su agua. Su voz y su fuerza llegaron tan lejos que lograron que las instituciones del país atendieran sus reivindicaciones.
Lupe Chávez es boliviana. Fue una de tantas mujeres que participaron activamente durante la Guerra del Agua en Cochabamba, desde sus hogares, en las calles, frente a las fuerzas policiales y autoridades. Apoyaron desde la organización de ollas comunes, hasta delegadas de bloqueo, llevando piedras, adoquines o alambres para cortar el paso.
Victoria y Lupe son solo un pequeño ejemplo de cómo el liderazgo y la participación de las mujeres en la reivindicación de un derecho necesario para la supervivencia es clave para ganar la lucha.
Como ellas hay miles de mujeres, desde Guatemala hasta Senegal pasando por Nicaragua o Tanzania, que se enfrentan cada día a obstáculos extremos para la supervivencia. Ellas afrontan y sufren las amenazas de empresas e instituciones del Estado.
Pese a ello, continúan. Poderosas náyades defensoras del derecho al agua, en definitiva del derecho a la vida.
Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
1- un.org, «22 de marzo, día mundial del Agua», Naciones Unidas, consultado el 22 de marzo de 2021
2- elpais.com, «Los juegos del agua», El País, 23 de marzo de 2021
3- genderandwater.org, «La Vision y Participacion de las Mujeres en la Guerra del Agua en Cochabamba Bolivia», Maria Esther Udaeta, consultado el 23 de marzo de 2021. Los testimonios fueron recogidos en un Taller el 2001, auspiciado por la Fundación SOLON, Centro Agua de la Universidad
Mayor de San Simón y Centro de Investigación y Promoción del Campesinado – CIPCA.
4- desplazados.org, «Un ejército de mujeres para defender el agua», J. Marcos y Mª Ángeles Fernández, publicado el primer trimestre de 2016.
6- eldiario.es, «Indígenas amazónicos afrontan Día Mundial del Agua sin nada que celebrar», Agencia EFE, 22 de marzo de 2021
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