Las vacas son animales muy sociales con una jerarquía estricta.
Dentro de los rebaños, la estructura social se basa en familias matriarcales; las vacas madres y sus crías hembras siguen siendo compañeras de aseo y pastoreo durante toda la vida y suelen tener vínculos muy fuertes entre sí [1]. Las vacas también forman amistades de por vida con otras vacas para formar un rebaño y los terneros se hacen amigos de otros terneros por el resto de sus vidas [2]. A los rebaños les gusta la estabilidad; cualquier alteración del grupo, como la incorporación de un nuevo miembro, puede ser muy estresante [3].
Al igual que los humanos, las vacas son extremadamente protectoras y cariñosas con sus crías. Dan a luz en privado y esconden al ternero en la hierba alta fuera de la vista durante aproximadamente una semana antes de presentar al recién nacido al resto de la manada [1]. La manada aprueba al nuevo miembro, que luego se une a ellos. Las terneras hembras se amamantan de su madre durante nueve meses y luego permanecen juntas por el resto de sus vidas. Los terneros machos se amamantan durante un año aproximadamente y luego se van para unirse a una manada de solteros.
Si bien a las vacas a veces se las describe como carentes de inteligencia, los estudios han demostrado que las vacas disfrutan de la resolución de problemas, reconocen a los humanos individualmente, juegan y tienen una variedad de llamadas vocales para comunicarse entre sí [3, 4, 5]. Las vacas tienen diferentes personalidades, guardan rencor entre sí, se pelean, se vinculan y forman amistades que pueden durar literalmente toda la vida. [6]
Las vacas también puede sentir depresión y ansiedad. Por ejemplo, los terneros que se mantienen en jaulas de aislamiento (una práctica habitual en la industria lechera) muestran claros signos de depresión, al igual que el confinamiento solitario afecta negativamente a los humanos [7]. Existen claras similitudes entre las vacas y otros animales, como los perros o incluso nosotros mismos, como animales altamente sociales que dependen unos de otros para su bienestar mental.
Desafortunadamente, a pesar de la complejidad emocional y la inteligencia evidentes en las vacas lecheras, la forma en que se las trata en la ganadería moderna en todo el mundo muestra un total desprecio por su bienestar y su sensibilidad.
Editorial Cultura Vegana
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NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
1— Sowell BF, Mosley JC and Bowman JGP. 1991. Social behavior of grazing beef cattle: implications for management. The American Society of Animal Science 77, 1-6.
2— Young R. 2003. The secret lives of cows. Faber & Faber: London.
3— Kettlewell J. 2005. Farm animals need emotional TLC. The BBC, 18 March. Available at [Accessed 25 March 2020].
4— Press Association. 2014. Cows communicate using individual sounds like human names. The Telegraph, 16 December. Available at [Accessed 25 March 2020].
5— Barkham P. 2017. Cows are loving, intelligent and kind – so should we still eat them? The Guardian, 30 October. Available at [Accessed 25 March 2020].
6— University of Groningen. 2012. Dairy cows have individual temperaments. ScienceDaily, 23 March. Available at [Accessed 25 March 2020].
7— Gaillard C, Meagher RK, von Keyserlingk et al. 2014. Social housing improves dairy calves’ performance in two cognitive tests. PLoS One. 9 (2) e90205. Available at [Accessed 25 March 2020].
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