Tengo en mis manos (bueno, en mi pantalla) The Omnivore’s Dilemma: A Natural History of Four Meals y, no obstante, tengo sentimientos encontrados acerca de si leerlo o no. Gracias por tu estupenda traducción del artículo de Freeman que ha resultado de lo más clarificador y con interesantes irrefutables argumentos.
«Pollan coloca el veganismo en un extremo (el sentimentalista) y la ganadería industrial en el otro (el de brutalidad), convirtiendo así su “humanitaria” propuesta —comer carne con moderación— en la alternativa razonable»
«Lo más inquietante quizá sea el hecho de que Pollan parezca a menudo querer atribuir a esos dos extremos, el del veganismo y el de la ganadería industrial, idéntica responsabilidad en el impedimento de que los estadounidenses sigan lo que él cree que es una dieta natural:»
Y fantástico: -«Lo único que desea es sencillamente poder consumir carne con la conciencia tranquila»

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