En el transcurso de su domesticación, los perros han desarrollado habilidades sociales únicas que los distinguen considerablemente de sus parientes salvajes, los lobos.
Surge entonces la pregunta: ¿Cuál de estas dos especies exhibe una mayor inteligencia?
En la teoría evolutiva, se sostiene que la evolución favorece a los más aptos. Esta idea sugiere que las especies evolucionadas deberían demostrar una mayor inteligencia en comparación con sus antecesores. Sin embargo, al analizar especies domésticas emparentadas con sus contrapartes salvajes que aún coexisten, como los perros y los lobos, la evaluación de la inteligencia se torna un desafío, ya que han adaptado habilidades específicas para entornos diversos.
El cambio en el cerebro de los perros en comparación con los lobos
Durante el proceso de domesticación, es común observar que el volumen cerebral, en relación con el tamaño corporal, tiende a disminuir. Los lobos grises, por ejemplo, presentan un volumen cerebral promedio de aprox 131 cm³, mientras que los perros con tamaños comparables exhiben un volumen cercano a los 100 cm³, representando una reducción de casi el 25% debido a la domesticación.
Este fenómeno se explica por la tendencia general de que los animales domesticados poseen cerebros más pequeños en comparación con sus ancestros salvajes. Esto se debe a que, al vivir en un entorno más seguro, pueden prescindir de ciertos mecanismos necesarios para la supervivencia. A pesar de esta disminución, se ha observado que razas genéticamente más distantes de los lobos tienden a presentar cerebros más grandes, ya que la socialización con humanos estimula el desarrollo cerebral en nuevas direcciones.
La diversidad de la inteligencia
Respecto a la pregunta central, no se puede afirmar que los lobos sean más inteligentes que los perros, ni viceversa; más bien, sus inteligencias se han orientado hacia objetivos distintos. Según Juliane Bräuer, investigadora del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano en Alemania, los lobos y los perros poseen habilidades cognitivas diversas adaptadas a sus estilos de vida específicos.
La inteligencia animal abarca habilidades divididas en cognición social, relativa a la interacción con individuos de la misma especie, y cognición no social, relacionada con la comprensión y manipulación del entorno físico. Los lobos destacan en cognición social intraespecífica, mostrando habilidades excepcionales para trabajar en equipo, crucial para su supervivencia.
Contrariamente, los perros exhiben una cognición social interespecífica sobresaliente, destacándose en su capacidad para interactuar con otras especies, especialmente con los humanos. Esta habilidad se desarrolla a partir de su crianza como compañeros de trabajo para los humanos.
El vínculo especial entre perros y humanos
En un estudio de 2021, se comparó la cognición social entre perros y lobos desde una edad temprana. Los resultados indicaron que los perros, incluso sin entrenamiento específico, superaron a los lobos en la comprensión de las señales humanas. Este vínculo especial entre perros y humanos, evidenciado por su capacidad para interpretar los gestos humanos, podría ser resultado de la selección natural durante el proceso inicial de domesticación.
A pesar de estos aspectos notables, algunos experimentos revelaron que los perros pueden depender en exceso de la ayuda humana, evidenciando un pensamiento independiente limitado, una consecuencia de la domesticación para obtener obediencia. En cambio, los lobos mostraron una mayor propensión a tomar decisiones basadas en la lógica, desafiando las instrucciones humanas cuando era más eficiente.
Se llevaron a cabo pruebas con 44 cachorros de perro de seis semanas de edad y 37 cachorros de lobo de ocho semanas de edad. Los lobos estuvieron en contacto con humanos prácticamente desde su nacimiento; a las ocho semanas, fueron separados de sus madres y convivieron con cuidadores, compartiendo comidas y durmiendo en la cama con ellos. En contraste, los cachorros de perro no fueron separados de sus madres y tuvieron menos interacción con personas.
Durante las semanas siguientes, perros y lobos fueron sometidos a pruebas. Los investigadores escondieron una golosina en uno de dos tazones y proporcionaron a cada cachorro una pista para ayudarlo a encontrarla. En algunos casos, los investigadores señalaron y miraron en la dirección donde estaba oculta la golosina. En otros, colocaron un pequeño bloque de madera junto al lugar correcto, un gesto nunca antes visto por los cachorros, para indicarles la ubicación de la golosina.
Se observó que, incluso sin un entrenamiento específico, los cachorros de perro tenían el doble de probabilidades de comprender la pista. Diecisiete de los 31 perros pasaron la prueba exitosamente y encontraron la golosina. En cambio, ninguno de los cachorros de lobo de la misma edad, que habían pasado más tiempo con humanos, prestó atención a las indicaciones de estos. Los investigadores señalan que la capacidad para entender los gestos humanos es una habilidad cognitiva compleja y poco común en el reino animal, incluso en comparación con nuestros parientes más cercanos, como los chimpancés.
Adaptación al entorno
En última instancia, la inteligencia de los perros y los lobos no puede evaluarse en términos de superioridad, sino como una adaptación a sus entornos respectivos. Mientras que los perros confían en la guía de sus cuidadores humanos, los lobos no necesitan la capacidad de comprender las indicaciones humanas, ya que viven independientemente. La inteligencia, en este contexto, se revela como una adaptación especializada para garantizar la supervivencia y el éxito en sus respectivos mundos.
Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
1— amazon.com, «The Genius of Dogs: How Dogs Are Smarter Than You Think» de Brian Hare y Vanessa Woods, Editorial Plume, 29 de octubre de 2013. Este libro ofrece una perspectiva profunda sobre la inteligencia canina, explorando cómo los perros han evolucionado y adaptado sus habilidades cognitivas a través de la historia de su relación con los humanos. El regalo perfecto para los amantes de los perros y los lectores de Inside of a Dog de Alexandra Horowitz: este bestseller del New York Times ofrece fascinantes conocimientos sobre los pensamientos y las vidas de nuestras mascotas más inteligentes y queridas. ¿Tu perro se siente culpable? ¿Está fingiendo que no puede oírte? ¿Quiere cariño o simplemente tu sándwich? En su libro más vendido del New York Times, The Genius of Dogs, el equipo formado por marido y mujer, Brian Hare y Vanessa Woods, exponen descubrimientos históricos del Duke Canine Cognition Center y otros centros de investigación de todo el mundo para revelar cómo piensa su perro y cómo los humanos podemos tenerlo. Relaciones aún más profundas con nuestros mejores amigos de cuatro patas. Los avances en la ciencia cognitiva han demostrado que los perros tienen una especie de genio para llevarse bien con las personas que es único en el reino animal. Esta revolución del genio canino está transformando la forma en que vivimos y trabajamos con perros de todas las razas, y lo que significa para ti en tu vida diaria con tu amigo canino.
2— amazon.com, «Dog Sense: How the New Science of Dog Behavior Can Make You A Better Friend to Your Pet», John Bradshaw, Editorial Basic Books, Edición ilustrada, 9 de septiembre de 2014. John Bradshaw, experto en comportamiento animal, examina la relación entre humanos y perros desde una perspectiva científica, proporcionando información valiosa sobre la inteligencia y la cognición de los perros. Los perros han sido los fieles compañeros de la humanidad durante decenas de miles de años, pero hoy en día se les trata regularmente como lobos que siguen a la manada o como humanos peludos. La verdad es que los perros no son ninguna de las dos cosas y nuestro malentendido los ha puesto en una grave crisis. Lo que realmente necesitan los perros es un portavoz, alguien que haga valer sus necesidades específicas. El renombrado antrozoólogo Dr. John Bradshaw ha hecho carrera estudiando las interacciones entre humanos y animales, y en Dog Sense utiliza las últimas investigaciones científicas para mostrar cómo los humanos pueden vivir en armonía con sus amigos de cuatro patas, y no sólo con dominio sobre ellos. Desde explicar por qué el refuerzo positivo es una forma más eficaz (y menos dañina) de controlar el comportamiento de los perros que el castigo hasta demostrar la importancia de sopesar la personalidad única de un perro frente a los estereotipos sobre su raza, Bradshaw ofrece una visión extraordinaria sobre la cuestión de cómo debemos realmente para tratar a nuestros perros.
3— amazon.com, «The Wolf in the Parlor: The Eternal Connection between Humans and Dogs», Jon Franklin, Editorial Tantor Media Inc, Edición integral, 12 de octubre de 2009. Este libro explora la conexión única entre humanos y perros desde una perspectiva histórica y científica, ofreciendo información sobre la evolución y la inteligencia de los perros en comparación con sus parientes salvajes, los lobos. De todas las cosas ocultas a plena vista, los perros son una de las más enigmáticas. Están en todas partes, pero ¿cuánto sabemos realmente sobre de dónde vinieron y cuáles son las implicaciones de su lugar en nuestro mundo? Jon Franklin se propuso descubrirlo y acabó pasando una década estudiando los orígenes y el significado del perro y su peculiar apego a los humanos. Cuando la búsqueda intelectual de su tema comenzó a apoderarse de la vida de Franklin, se casó con una amante de los perros y rápidamente conoció una antigua y poderosa ley de la naturaleza: Ámame, ama a mi perro. Pronto Franklin compartía hogar con un caniche inteligente y conmovedor llamado Charlie. Y así comenzó el viaje de un hombre hacia los perros, una odisea que lo llevaría desde una tumba de 12.000 años de antigüedad hasta una conclusión tan notable que cambiaría nuestra percepción. de nosotros mismos. Basándose en la ciencia evolutiva, la arqueología, la ciencia del comportamiento y la experiencia de primera mano de ver a su propio perro evolucionar de cachorro a miembro de la familia, Franklin postula que el hombre y el perro son más que inseparables; son parte integrante de la misma criatura. A lo largo del camino, El lobo en el salón imparte una educación sustancial pero indolora sobre temas tan variados como la evolución psicológica y la neuroquímica. En este libro innovador, el maestro narrador Franklin rompe la lente a través de la cual vemos el mundo y nos muestra una imagen inesperada y fascinante de la relación entre humanos y caninos.
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