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Voltaire, el filósofo que se negó a comerse a sus hermanos

Publicación: 13 octubre, 2025 |

En pleno siglo XVIII, cuando Europa aún justificaba la violencia contra los animales como una simple extensión del dominio humano sobre la naturaleza, Voltaire se atrevió a mirar más allá de su tiempo.

Nicolas de Largillière – Portrait de Voltaire (1694-1778) en 1718

Su pensamiento, siempre incisivo, no solo cuestionó los dogmas religiosos y políticos, sino también una de las costumbres más arraigadas y menos reflexionadas: el hábito de comer carne. En La dieta de Voltaire, publicada en Cultura Vegana, se revela el retrato de un hombre que, movido por la compasión, rechazaba la crueldad y la matanza de seres sensibles en su propia mesa. En su casa, según relatan sus contemporáneos, no se admitía que los animales fueran sacrificados para el alimento, una decisión que, aunque hoy podría parecer sencilla, representaba un desafío moral y cultural de enorme valentía.

Voltaire heredó de los antiguos filósofos —de Pitágoras, de Porfirio, de los moralistas clásicos— una sensibilidad hacia la vida que trascendía el mero razonamiento. Él comprendía, como pocos en su siglo, que el respeto a los animales no es solo una cuestión de ética, sino también de inteligencia espiritual. En uno de sus textos más citados, arremetió contra la idea cartesiana de que los animales eran “máquinas sin alma”, y escribió con ironía y lucidez: “Debe haberse renunciado a toda inteligencia natural para atreverse a afirmar que los animales son simples autómatas”. Aquella frase, que siglos después sería tomada como uno de los manifiestos pioneros de la empatía hacia los animales, resume su visión del mundo: un universo donde la sensibilidad no pertenece solo al hombre, sino a todos los seres capaces de sufrir.

El artículo de Cultura Vegana recoge con acierto esa vertiente moral del filósofo y la proyecta hacia el presente, invitando a pensar en Voltaire no solo como el genio del Candide o el crítico de la superstición, sino también como un precursor del pensamiento compasivo que más tarde inspiraría las corrientes vegetarianas y, finalmente, el veganismo. Aunque los historiadores no puedan confirmar con certeza que su dieta fuera estrictamente vegetariana —los registros biográficos son escasos y las fuentes ambiguas—, su pensamiento deja ver una clara toma de posición ante la violencia alimentaria. En sus diálogos y ensayos, los personajes que abogan por la moderación, la piedad y la no violencia hacia los animales suelen representar su voz más íntima, su aspiración hacia una moral racional y pacífica.

Resulta significativo que, mientras sus contemporáneos celebraban los festines cortesanos o defendían la disección de animales vivos en nombre de la ciencia, Voltaire denunciara esos actos como un crimen disfrazado de conocimiento. Su crítica a la vivisección —“pueden clavar a un perro vivo para mostrar las venas”, escribe con repulsión— no solo expresa repudio, sino también un reconocimiento de la sensibilidad animal, algo inaudito en su tiempo. En esa frase vibra una emoción que trasciende la mera lógica: la conciencia de que el dolor del otro también nos pertenece.

Quizá no sepamos nunca si Voltaire vivió plenamente sin carne, pero lo que sí sabemos es que pensó el mundo con una compasión adelantada a su siglo. Su simpatía por la dieta de los antiguos sabios, su desprecio por el sacrificio animal y su defensa de la razón como guía moral hacen de él una figura esencial en la genealogía de la ética alimentaria. Hoy, cuando millones de personas en todo el mundo eligen una alimentación basada en plantas por razones éticas, ecológicas o de salud, la sombra de Voltaire se proyecta como la de un precursor silencioso, un espíritu ilustrado que comprendió antes que nadie que el progreso moral comienza en la mesa.

El pensamiento de Voltaire nos recuerda que la inteligencia no está reñida con la ternura y que la verdadera ilustración consiste en ampliar el círculo de nuestra compasión hasta incluir a todos los seres vivos. Releer su obra desde la mirada del siglo XXI no solo enriquece nuestra comprensión del pasado, sino que también nos invita a continuar su legado. Porque el futuro, como ya intuía el filósofo de Ferney, pertenece a quienes son capaces de pensar y vivir sin hacer daño.

Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

1— culturavegana.com, «La dieta de Voltaire», Howard Williams, Última edición: 10 abril, 2025 | Publicación: 1 noviembre, 2022. François Marie Arouet, comúnmente conocido por su nombre supuesto de Voltaire, por parte de su madre de una familia de posición recientemente ennoblecida, nació en Chatenay, cerca de París.

2— culturavegana.com, «La ética de la dieta», Howard Williams, Editorial Cultura Vegana, Publicación: 7 julio, 2022. En la actualidad, en todas las partes del mundo civilizado, las antaño ortodoxas prácticas del canibalismo y los sacrificios humanos son contempladas universalmente con perplejidad y con horror.


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