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Abstenerse de Cualquier Ser Vivo

Última edición: 12 diciembre, 2022 | Publicación: 11 diciembre, 2022 |

El Símbolo 14 de Pitágoras crea una confusión.

Pitagóricos celebrando el amanecer · Óleo de Fyodor Bronnikov, 1869

¿Cuál era la necesidad de los otros mandamientos del catecismo pitagórico —comer de la carne del sacrificio solamente, no sacrificar un pollo blanco, no consumir el corazón y el cerebro, no comer el pez sagrado— si los pitagóricos «ortodoxos» no tenían que comer ningún animal vivo?

El tardío neoplatónico Hierocles de Alejandría, que compuso un Commentary on the Golden Verses of the Pythagoreans, debió sentir la misma confusión cuando escribió:

El precepto de abstenerse del corazón se opone al de abstenerse de los animales. … Porque la abstinencia parcial es superflua para aquellos a quienes se les ha prohibido el animal entero.

¿Para qué, pues, o para quién era la abstinencia parcial?

Hierocles supone, en el pasaje citado, que “la abstinencia de corazón se prescribe para los principiantes, mientras que la abstinencia de animales vivos es para los que ya son perfectos. La especulación de Hierocles parece estar basada en fuentes anteriores, especialmente Nicómaco de Gerasa (ca. 151 dC) cuyo trabajo sobre Pitágoras ha sido citado extensamente por Jámblico en su On the Pythagorean Way of Life (Radicke 125, nota 13).

Nicómaco, entonces, afirma que Pitágoras prohibió a los filósofos teóricos comer, sacrificar o dañar cualquier cosa animada. Al mismo tiempo, dice, Pitágoras permitió a los demás, por no estar aún purificados, consumir ciertos animales excepto un período de abstinencia absoluta de carne que debían observar. La siguiente sección es más informativa. Nicómaco explica ―los otros como acusmática o política, y ―ciertos animales como las víctimas del sacrificio: un gallo, un cordero u otro animal recién nacido, pero nunca un buey. También especifica qué ofrendas sacrificaban los filósofos teóricos: tortas, harina, miel, incienso y materias aromáticas. Quizás la mención a los acusmáticos carnívoros, en contraposición a los filósofos contemplativos, tenga algo que ver con otro pasaje de Nicómaco donde comenta el cisma dentro de los pitagóricos que se produjo en la segunda mitad del siglo V aC (Burkert 1972 , 192 – 208; Zhmud 169 – 205). El movimiento pitagórico se había dividido allí y se dividió en dos facciones competitivas: los acusmáticos que preservaron las enseñanzas auténticas de Pitágoras y los matemáticos que siguieron a Hipaso [1].

Además, Nicómaco afirma que los legisladores de la política
—como los filósofos teóricos— tuvo que abstenerse de los animales porque todos los seres vivos, tanto humanos como animales, pertenecen a la gran familia por compartir la misma vida y estar compuestos por los mismos elementos. El argumento de la justicia aparece en Jámblico en la Exhortation to the Study of Philosophy donde da la explicación del Símbolo 14:

Abstenerse del uso de criaturas vivientes, exhorta a la justicia, con la debida consideración por lo que es de naturaleza afín, y un trato compasivo de la vida que es similar a la nuestra.

Jámblico

El argumento a favor del vegetarianismo desde la justicia se remonta al Hieros Logos de Pseudo-Pitágoras que vincula la justicia con las restricciones contra la destrucción de árboles frutales y lastimar a los animales domesticados. Casi el mismo texto se repite en el juramento pitagórico: no destruir ninguna planta cultivada y no dañar a los animales inofensivos. Se sabe por Aristóxeno que los pitagóricos recitaban el juramento después de cada cena.

La ley pitagórica era obligatoria también para los animales que vivían en las comunidades pitagóricas. Nicómaco de Gerasa contó una historia sobre un buey de Tarento que pastaba en el campo de frijoles. Pitágoras convenció al animal de que no volviera a probar las habas —porque las habas estaban prohibidas entre los pitagóricos— y se alimentara únicamente de alimento humano, que los visitantes del templo le ofrecían. Marcel Detienne, en su La cuisine de Pythagore, especula que si el buey no dejaba de comer frijoles, sería castigado y asesinado por transgredir la ley pitagórica, por analogía con la antigua costumbre ateniense (Detienne 1970, 155-61). Porque los antiguos atenienses desde el siglo VI aC solían sacrificar el toro «criminal» por el presunto delito de probar un pastel de ofrenda durante el festival anual de Bouphonia que se celebraba el día 14 de Skirophorion (Simon 8-12). No hay nada en las fuentes griegas que apoye la hipótesis de Detienne, a no ser que el relato evangélico de la higuera estéril, castigada por Jesús, lo insinúe. Los bueyes aradores estaban bajo especial protección en las comunidades pitagóricas, como quedando excluidos del número de animales que los acusmáticos podían sacrificar a los dioses, porque matar al animal que trabaja para el pueblo iba contra la ley pitagórica. Por analogía, la ley judía contiene una prescripción contra el bozal y la trilla del buey. Además, los Símbolos pitagóricos incluyen un número especial 40 sobre la justicia: ―siempre pon sal en la mesa, pues la sal que brota de las fuentes más puras: sol y mar, es para recordar lo que es justo. La prescripción, atestiguada ya por Aristóteles, es aludida por el Evangelio de Mateo, al decir:

Tú eres la sal de la tierra. …

De todos modos, prevalecía otra tradición. Las fuentes helenísticas ignoraron las diferenciaciones dentro del pitagorismo primitivo y el complicado código de alimentos prohibidos observado por la acusmática conservadora, para destacar la facción vegetariana pura. Las fuentes, desde Timeo de Tauromenio, citan una línea de Pseudo-Pythagors Hieros Logos sobre ―adorar ante altares sin mancha de sangre―, para apoyar la opinión de que los pitagóricos nunca sacrificaron animales vivos a los dioses. Los autores helenísticos, uno por uno, dicen que Pitágoras, habiendo sido un estricto vegetariano y un enemigo de la sangre, introdujo un estilo de vida vegetariano que fue imitado por los pitagóricos y otros filósofos, como Sócrates, Diógenes y otros. Eudoxo de Cnido, que debe haber estado cerca de la tradición de los matemáticos a través de su maestro, Arquitas de Tarento (Burkert 1972, 200), estaba convencido de que el Pitágoras histórico estaba tan conmocionado por cada asesinato y derramamiento de sangre que ni siquiera se acercó a ningún carnicero o cazador. La misma leyenda sobre Pitágoras, portavoz del vegetarianismo, se repite en Onesícrito de Astipalaia y Calímaco de Cirene.

El vegetarianismo se convirtió en el rasgo más reconocible de la forma de vida neopitagórica. Séneca el Joven relata su propio experimento vegetariano que llevó a cabo en sus primeros años. Influenciado por un tal Sotion, pitagórico, el joven Séneca pasó a mantener la abstinencia de animales, para usar sus palabras: abstinere animalibus, durante un período de un año hasta el 19 dC cuando su padre lo obligó a abandonar la dieta vegetariana, de una miedo a la persecución imperial. Diógenes Laercios trató de persuadir de que Pitágoras, como figura histórica, se alimentaba solo de alimentos crudos y bebía agua pura, y nunca sacrificaba animales a los dioses, por lo que el único altar en el que podía hacer ofrendas era el altar de Apolo en Delos, donde se solía sacrificar harina, sémola y tortas, sin fuego ni sangre.

El punto de Pitágoras era, como él dice, “practicar a las personas y acostumbrarlas a la sencillez de la vida”. Asimismo, Jámblico vio en el Símbolo 14 un intento de promover la paz acostumbrando al pueblo a salvar la vida. Ninguna de estas razones, aunque suenen razonables, se deriva del pitagorismo genuino `[1].

Ewa Osek
The Orphic Diet

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

1— Jámblico informa que Hipaso de Metaponto (ca. 520–440 aC) fue un gran matemático:

“Sobre el asunto de Hipaso: era pitagórico, pero por haber descubierto y dado un diagrama por primera vez de la esfera de los doce pentágonos, pereció en el mar por cometer impiedad. Adquirió fama por haber hecho el descubrimiento, pero todos los descubrimientos fueron de ese hombre, porque así se refieren a Pitágoras, y no lo llaman por su nombre.”

Jámblico
On the Pythagorean Way of Life
18.88 [52 Deubner] = Hipaso nº 4 Cardini, trad. Dillon – Hershbell 111 –13

Walter Burkert afirma que “Hipaso es el pitagórico más antiguo que conocemos que trabajó en matemáticas y teoría de la música… y fue uno de los mathematici.” (Burkert 1972, 206–07). Para un tratamiento más detallado de Hipaso ver: Horky 37–84.


Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

1— culturavegana.com, «La ética de la dieta», Howard Williams, Editorial Cultura Vegana, Publicación: 7 julio, 2022. En la actualidad, en todas las partes del mundo civilizado, las antaño ortodoxas prácticas del canibalismo y los sacrificios humanos son contempladas universalmente con perplejidad y con horror.


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