Un estudio revela que los bonobos pueden detectar la falta de conocimiento en otros y ayudar a corregirla. La evolución de la inteligencia social podría tener raíces más profundas de lo que se pensaba.

Los bonobos, una de las especies de grandes simios más cercanas a los humanos, han demostrado habilidades cognitivas que desafían la creencia de que ciertas capacidades mentales son exclusivas de nuestra especie. Un estudio reciente realizado por la Universidad Johns Hopkins ha revelado que los bonobos pueden detectar la ignorancia en otros individuos y actuar para subsanar esa falta de conocimiento, lo que sugiere una comprensión avanzada de los estados mentales ajenos.
El experimento revelador
En el estudio, tres bonobos machos—Nyota, Kanzi y Teco—participaron en una serie de pruebas diseñadas para evaluar su capacidad de reconocer la ignorancia en los humanos y proporcionar información para ayudarles. Durante los experimentos, un investigador escondía una golosina bajo una de tres tazas mientras otro investigador, que interactuaba directamente con el bonobo, observaba o no la ubicación de la golosina. Cuando el investigador que desconocía la ubicación preguntaba «¿Dónde está la uva?», los bonobos señalaban rápidamente la taza correcta si percibían que el humano no sabía dónde estaba el premio. Este comportamiento indica que los bonobos no solo reconocen la falta de conocimiento en otros, sino que también están motivados para comunicar información que ayude a corregir esa ignorancia.
Teoría de la mente en simios
La capacidad de entender los estados mentales de otros, conocida como «teoría de la mente», se ha considerado durante mucho tiempo una característica distintiva de los humanos. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que esta habilidad también está presente en otros grandes simios. Por ejemplo, estudios han demostrado que los chimpancés pueden anticipar las acciones de otros basándose en creencias erróneas, lo que implica una comprensión de que los demás pueden tener información incorrecta o incompleta. Estos hallazgos indican que la teoría de la mente podría haber evolucionado en un ancestro común de humanos y otros grandes simios hace millones de años.
Implicaciones evolutivas
La evidencia de que los bonobos y otros simios poseen habilidades avanzadas de cognición social tiene profundas implicaciones para nuestra comprensión de la evolución de la inteligencia y el comportamiento social en los primates. Estas capacidades podrían haber sido fundamentales para la cooperación y la formación de sociedades complejas en las primeras etapas de la evolución humana. Además, reconocer que compartimos estas habilidades con otros simios refuerza la idea de una continuidad evolutiva en la cognición y destaca la importancia de conservar y proteger a estas especies estrechamente relacionadas con nosotros.
Los descubrimientos sobre la capacidad de los bonobos para detectar y corregir la ignorancia en otros desafían las nociones tradicionales sobre la exclusividad humana en ciertas habilidades cognitivas. Estos estudios no solo amplían nuestro conocimiento sobre la mente de los simios, sino que también nos invitan a reflexionar sobre las raíces compartidas de la cognición social y la inteligencia en el árbol evolutivo de los primates.
Consideraciones éticas y alternativas a la experimentación con bonobos
La investigación con bonobos y otros primates no humanos ha sido objeto de intensos debates éticos debido al sufrimiento que estos animales experimentan en entornos de laboratorio. A menudo, los primates son confinados en espacios reducidos, separados de sus grupos sociales y sometidos a procedimientos invasivos que pueden causarles dolor y angustia. Estas prácticas no solo plantean preocupaciones morales, sino que también se cuestiona su eficacia y relevancia en la investigación científica moderna.
Crueldad en la experimentación con primates
Organizaciones como PETA Latino han denunciado que, en EEUU, más de 125.000 primates son confinados anualmente en laboratorios donde sufren maltrato y, posteriormente, son sacrificados tras experimentos invasivos y dolorosos. Estos animales, seres sensibles e inteligentes, son tratados como herramientas desechables, lo que genera un profundo cuestionamiento ético sobre su uso en la ciencia.
Además, la captura de primates en su hábitat natural para abastecer laboratorios es una práctica que continúa en algunos países. Los métodos de captura suelen ser violentos, implicando la separación forzada de crías de sus madres y el transporte en condiciones deplorables, lo que añade otra capa de crueldad al proceso.
Obsolescencia y cuestionamiento de la experimentación animal
La validez y necesidad de la experimentación con primates han sido puestas en entredicho. Por ejemplo, en Colombia, décadas de experimentación en monos para desarrollar una vacuna contra la malaria no lograron resultados efectivos. Este fracaso ha llevado a la clausura de instalaciones dedicadas a tales prácticas y ha reforzado el llamado a adoptar métodos de investigación más éticos y pertinentes para la biología humana.
Alternativas modernas a la experimentación con animales
Afortunadamente, el avance científico ha propiciado el desarrollo de métodos alternativos que evitan el uso de animales en la investigación. Entre estas alternativas se encuentran:
- Modelos In Vitro: Utilización de cultivos celulares y tejidos humanos para estudiar procesos biológicos y efectos de fármacos.
- Modelos In Silico: Empleo de simulaciones computacionales y modelos matemáticos para predecir respuestas biológicas y toxicidad de sustancias.
- Microdosificación en Humanos: Administración de dosis extremadamente bajas de compuestos en voluntarios humanos para estudiar su farmacocinética sin causar efectos adversos.
- Órganos en Chip: Dispositivos microfluídicos que replican la arquitectura y función de órganos humanos, permitiendo estudios precisos de enfermedades y pruebas de fármacos.
Estas metodologías no solo evitan el sufrimiento animal, sino que también ofrecen datos más relevantes y aplicables a la fisiología humana, mejorando la eficiencia y precisión de la investigación biomédica.
Conclusión
La experimentación con bonobos y otros primates no humanos plantea serias preocupaciones éticas y científicas. El sufrimiento infligido a estos animales y la cuestionable aplicabilidad de los resultados obtenidos subrayan la necesidad de adoptar enfoques de investigación más humanos y efectivos. La comunidad científica está llamada a liderar esta transición hacia métodos alternativos que respeten la vida animal y promuevan avances científicos más relevantes para la salud humana.
Editorial Cultura Vegana
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FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
1— pnas.org, «Bonobos point more for ignorant than knowledgeable social partners», L. A. Townrow, C. Krupenye, Universidad Johns Hopkins. 3 de febrero de 2025. Numerosos fenómenos exclusivamente humanos, desde la enseñanza hasta nuestras formas más complejas de cooperación, dependen de nuestra capacidad para adaptar nuestra comunicación a los estados de conocimiento e ignorancia de nuestros interlocutores sociales. A pesar de cuatro décadas de investigación sobre las capacidades de la “teoría de la mente” de los primates no humanos, no hay pruebas de que los primates puedan comunicarse sobre la base de sus atribuciones de estados mentales, lo que les permite realizar hazañas de coordinación. Además, una reciente reevaluación de la literatura experimental ha puesto en duda que los primates puedan representar la ignorancia de los demás. El presente estudio, que se realizó previamente, investigó si los bonobos son capaces de atribuir conocimiento o ignorancia sobre la ubicación de una recompensa de comida escondida a un compañero humano cooperador y utilizar esta atribución para modificar su comportamiento comunicativo al servicio de la coordinación. Los bonobos podrían recibir una recompensa que hubieran visto escondida debajo de una de varias tazas, si su compañero humano pudiera localizarla. Si los bonobos pueden representar la ignorancia de su pareja y están motivados para comunicarse en función de esta atribución de estado mental, deberían señalar con mayor frecuencia y rapidez la ubicación de la comida escondida cuando su pareja ignora dicha ubicación que cuando la conoce. De hecho, los bonobos adaptaron de manera flexible la frecuencia y la velocidad de su comunicación al estado mental de su pareja. Estos hallazgos sugieren que los simios pueden representar (y actuar en función de) la ignorancia de los demás de alguna forma, comunicándose de manera estratégica y apropiada para coordinarse de manera efectiva con un compañero ignorante y cambiar su comportamiento.
2— culturavegana.com, «Un estudio sobre bonobos desafía la concepción humana de cooperación intergrupal», Editorial Cultura Vegana, Publicación: 9 diciembre, 2023. Un reciente estudio [1], publicado en Science, desafía la creencia arraigada de que únicamente los seres humanos tienen la capacidad de formar relaciones de cooperación y compartir recursos con grupos no familiares.
3— culturavegana.com, «Declaración de los grandes Simios», Dra. Biruté Mary F. Galdikas, Presidenta de Honor de Proyecto Gran Simio. Editorial Cultura Vegana, Última edición: 2 diciembre, 2024 | Publicación: 1 diciembre, 2024. Pedimos que la Comunidad de los iguales se haga extensiva a todos los grandes simios: los seres humanos, los chimpancés, los gorilas y los orangutanes.
4— culturavegana.com, «Simios y la teoría de la mente: nuevas fronteras en la cognición animal», Editorial Cultura Vegana, Publicación: 18 octubre, 2024. Los primates no humanos, conocidos comúnmente como simios, han sido objeto de fascinación durante siglos por su estrecha relación evolutiva con los humanos.
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