Los primates no humanos, conocidos comúnmente como simios, han sido objeto de fascinación durante siglos por su estrecha relación evolutiva con los humanos.
Como nuestros «primos evolutivos», chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes comparten con nosotros no solo un ADN sorprendentemente similar, sino también capacidades cognitivas que en muchos casos desafían las ideas preconcebidas sobre la naturaleza humana. Uno de los descubrimientos más recientes y sorprendentes en este campo es su capacidad para ejercer lo que los científicos llaman «teoría de la mente», una habilidad cognitiva compleja que permite comprender y predecir lo que otro individuo está pensando, incluso si las creencias de esa persona son incorrectas o diferentes a la realidad.
Este artículo explora los recientes hallazgos sobre la cognición de los simios, especialmente en torno a su capacidad para anticipar los pensamientos y creencias de otros, un campo que ha reconfigurado nuestra comprensión sobre la evolución de la inteligencia y los comportamientos sociales en los primates. Estos estudios no solo nos acercan más a entender sus capacidades mentales, sino que también nos invitan a replantearnos las diferencias entre humanos y animales.
La «Teoría de la Mente»: un concepto complejo
La «teoría de la mente» se refiere a la habilidad para atribuir pensamientos, deseos e intenciones a otras personas, reconociendo que estos pueden ser diferentes de la propia realidad. En términos más simples, se trata de entender que otra persona puede tener creencias o percepciones incorrectas sobre el mundo, basadas en información incompleta o errónea.
Un experimento clásico en humanos ilustra esta capacidad. Los investigadores colocan a un niño frente a una situación donde una persona guarda un objeto en un lugar mientras otra persona, que no está presente, sale de la habitación. Cuando la segunda persona regresa y busca el objeto, el niño debe predecir dónde buscará esa persona. A pesar de saber que el objeto ha sido movido, el niño comprende que la segunda persona no tiene esa información y buscará en el lugar original. Esta capacidad para diferenciar entre lo que uno mismo sabe y lo que otro cree, incluso si es incorrecto, es lo que define la teoría de la mente.
Hasta hace poco, se pensaba que este tipo de cognición estaba reservado a los humanos debido a la complejidad que implica comprender un estado mental ajeno. Sin embargo, estudios recientes han revelado que los grandes simios también poseen esta habilidad, lo que supone un avance significativo en el estudio de la cognición animal.
Nuevos experimentos: simios y la predicción de creencias
Un artículo reciente reporta dos experimentos que han proporcionado evidencia convincente de que los grandes simios —chimpancés, bonobos y orangutanes— tienen la capacidad de predecir lo que otros piensan, incluso cuando esas creencias son erróneas. Este descubrimiento fue posible mediante el uso de situaciones experimentales cuidadosamente diseñadas para probar si los simios podían distinguir entre su propio conocimiento y el conocimiento de un ser humano observador.
En el primer experimento, un actor humano observaba cómo una persona disfrazada de simio («king kong») se escondía en un montón de paja. Posteriormente, mientras el humano se distraía, el «king kong» cambiaba su escondite. Al observar esta escena, los simios participantes eran capaces de predecir que el humano, al volver su atención a la búsqueda del «king kong», lo buscaría en el lugar original. A pesar de que los simios sabían que el disfrazado ya no estaba allí, entendían que el humano tenía una creencia incorrecta y actuaría en consecuencia.
Un segundo experimento varió el escenario: en lugar de que el «king kong» se escondiera, escondía un objeto, una piedra, mientras el humano estaba distraído. De nuevo, cuando el humano volvía a buscar el objeto, los simios predecían que lo haría en el lugar incorrecto, entendiendo la falsa creencia del humano de que el objeto seguía allí.
¿Qué significan estos resultados?
Los resultados de estos estudios son profundamente reveladores. En primer lugar, demuestran que los simios son capaces de realizar una distinción crucial entre lo que saben ellos mismos y lo que otra persona cree, incluso si esa creencia es errónea. Este tipo de cognición es una habilidad clave en las interacciones sociales complejas y puede estar ligada al desarrollo de empatía y cooperación en grupos sociales.
Durante mucho tiempo, se había asumido que esta capacidad cognitiva tan sofisticada era única de los humanos, un rasgo distintivo que nos separaba de otros animales. Sin embargo, la evidencia emergente sugiere que nuestros parientes primates no están tan lejos de nosotros en términos de comprensión del mundo social.
Implicaciones para la evolución cognitiva
El hallazgo de que los simios poseen una forma de teoría de la mente plantea preguntas intrigantes sobre la evolución de la inteligencia. Si los simios comparten esta capacidad con los humanos, sugiere que esta habilidad pudo haber estado presente en un antepasado común, lo que indica que las bases de la cognición social compleja no son exclusivas de los Homo sapiens.
Además, estos descubrimientos nos invitan a reconsiderar cómo evaluamos las capacidades cognitivas de los animales. Los estudios tradicionales que subestimaban la inteligencia de los primates pueden haberlo hecho porque las pruebas no estaban diseñadas para tener en cuenta las formas únicas de procesar información que tienen los simios. Ahora, con enfoques más matizados, estamos viendo que los simios son capaces de mucho más de lo que inicialmente se pensaba.
Más allá de los simios: el continuo de la inteligencia animal
El estudio de la teoría de la mente en los simios abre también la puerta para investigaciones sobre la cognición en otros animales. ¿Podrían otros mamíferos sociales, como los elefantes o los cetáceos, compartir capacidades cognitivas similares? Algunos estudios sugieren que ciertos comportamientos de cooperación y resolución de problemas en estos animales podrían ser indicativos de una forma rudimentaria de teoría de la mente.
En cualquier caso, los simios nos ofrecen una ventana única para entender la continuidad de la inteligencia en el reino animal. Sus habilidades cognitivas no son simplemente reflejos de las nuestras, sino expresiones propias de un linaje evolutivo que ha desarrollado su propio camino hacia la cognición avanzada.
Conclusión
Los recientes hallazgos sobre la capacidad de los simios para comprender y predecir las creencias de otros marcan un hito en la investigación sobre la cognición animal. Estos descubrimientos no solo desdibujan las fronteras entre la mente humana y la de otros primates, sino que también nos invitan a reconsiderar las formas en que entendemos la inteligencia en el reino animal. Al observar a nuestros parientes evolutivos, podemos vislumbrar aspectos fundamentales de nuestra propia evolución cognitiva y social.
Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
1— culturavegana.com, «¿Tenemos suficiente inteligencia para entender la inteligencia de los animales?», Editorial Cultura Vegana, Última edición: 22 septiembre, 2022 | Publicación: 21 septiembre, 2022. El papel de la biología en cuestiones de sexo y género. Lo que los primates nos enseñan.
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