Un argumento estúpido al que es mejor no responder.
Un fastidioso robo de tiempo que escuchan muchos veganos en algunas conversaciones con carnistas es el argumento de que las plantas también tienen sentimientos y por lo tanto, los veganos son en realidad asesinos de plantas, de corazón frío que simplemente no merecerían comer nada.
Este argumento es demasiado estúpido para responder en una conversación, pero sí para contestarla por escrito. Para empezar, criar animales para carne resulta producir muchas más muertes de plantas que simplemente comer plantas como alimento. Las personas que usan este argumento nunca, —o casi nunca— hacen todo lo posible para minimizar el sufrimiento hacia los animales o hacia las plantas. Un ejemplo: muchos supuestos amantes de la naturaleza y ecologistas recogen flores silvestres indiscriminadamente para lucir en forma de ramo efímero, y cuanto menos impidiendo el ciclo de polinización y alterando el frágil equilibrio de los bosques que tanto aman y protegen.
Por lo general, a las personas que usan este argumento no parece importarles o realmente no conciben ningún argumento como legítimo. En cambio, parece que solo están tratando de justificar su propio consumo de animales no humanos. Sin embargo, cuando estas personas empiezan a tratar de reducir el sufrimiento de todas las plantas y animales, comprenden que el veganismo abraza cualquier opción para mejorar nuestra relación con la naturaleza en toda su expresión, incluido todo el reino vegetal. Por eso existe desde hace milenios, una filosofía de cultivo ancestral y que precisamente ahora es un mercado en auge, de alimentarse con productos procedentes exclusivamente de la agricultura orgánica vegana.
Kukluxplant
Anónimo vegano contemporáneo
Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
1— mag.elcomercio.pe, «El hombre que sólo se alimenta de lo que crece en su jardín y de lo que recoge en la naturaleza», Redacción Mag, Lima, 12 de noviembre de 2019. El estadounidense Rob Greenfield no ha comido nada que le haya costado dinero durante un año.
2— youtube.com, «Cómo acabar con el desastre del desperdicio de comida», Rob Greenfield, TEDxTeen, 2 de febrero de 2016, 200.231 visualizaciones.
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