Análisis de la interacción entre estrategias discursivas y consumismo político de estilo de vida.
En los últimos años, ha habido una mayor movilización en torno a las dietas veganas y basadas en plantas.
Este capítulo analizará esta movilización, la evolución de las imágenes y prácticas de alimentación vegana y qué tipo de consumismo político constituyen. Mostramos cómo la alimentación vegana tiene lugar como un conjunto de varios actores y plataformas, como campañas de concienciación, bloggers veganos, compromisos y festivales y nuevos alimentos veganos comercializados como «geniales» y aptos para todos.
Los conceptos de boycott y buycott son demasiado estrechos para describir adecuadamente el veganismo como consumismo político. En cambio, el consumismo político discursivo y de estilo de vida y su interacción caracterizan la construcción actual de nuevas imágenes y comunidades. Internet y las redes sociales tienen un papel central en la configuración de los contenidos culturales de la «tendencia vegetariana». Además, la alimentación vegana no siempre se inspira en motivos ajenos, sino también en motivos egoístas, como la salud, el placer y la distinción.
Conclusiones y direcciones futuras
El enfoque contemporáneo en los discursos alimentarios sobre los aspectos hedonistas de los alimentos de origen vegetal ha comenzado a transformar la imagen de la alimentación vegana y basada en plantas de aburrida, restrictiva y marginal en divertida, flexible y placentera. El análisis de la alimentación vegana y basada en plantas como consumismo político ha mostrado un conjunto de actores y actividades que interactúan y que juntos están formando una mayor movilización e interés en la alimentación basada en plantas y cambiando la imagen del veganismo.
Como hemos mostrado, en este proceso, Internet y especialmente las redes sociales son plataformas importantes. Las redes sociales han permitido a los activistas llegar a grupos de personas que de otro modo no habrían sido fácilmente accesibles (Poell & van Dijk, 2015). Sin embargo, las redes sociales y sus algoritmos están diseñados para producir “momentos instantáneos de unión”, pero no una eficacia a largo plazo; por lo tanto, el desafío futuro para el consumismo político es cómo aumentar la conciencia política y construir redes duraderas (Poell & van Dijk, 2015).
En consecuencia, la investigación futura sobre el consumismo político debe explorar la formación de conectividad vegana a corto y largo plazo en las redes sociales y en la vida real, y su potencial para hacer que la alimentación sea más sostenible a largo plazo. La lógica de las redes sociales en sí y la forma en que cambia el consumismo político deben analizarse de cerca, por ejemplo, con datos longitudinales siguiendo la evolución de los debates en redes sociales y medios convencionales. En cuanto a los métodos de encuesta, se necesitan preguntas de encuesta más precisas para identificar las muchas formas y niveles de compromiso con la alimentación vegana y basada en plantas, el tiempo que las personas han seguido estas dietas y sus razones para abandonarlas.
Además, los análisis orientados teóricamente deberían explorar las formas en que las nuevas estrategias discursivas construyen comunidades basadas en estilos de vida y gustos en las sociedades modernas tardías. Los estudios deben analizar la interacción de las justificaciones racionales y las respuestas afectivas a la conciencia de la agricultura industrial y las perspectivas del cambio climático (cf. Goodman et al., 2016). Además, ¿cómo entra en conflicto el giro terapéutico en la política de identidad y la política de «todo se trata de mí» (Furedi, 23 2017) con los objetivos orientados hacia otros del consumismo político y el veganismo en particular?
Estos análisis podrían proporcionar una comprensión más profunda del desarrollo del veganismo como una forma de consumo que a menudo es al mismo tiempo política y apolítica, al mismo tiempo una herramienta para la autorrealización neoliberal y la construcción de comunidades, así como una altruista actividad ajena (cf. Soper, 2008). Además, se necesita una investigación inspirada en la teoría de la práctica (Shove, Pantzar & Watson, 2012) sobre las múltiples formas en que los consumidores y varios grupos de guardianes y partes interesadas mantienen y transforman imágenes y prácticas de consumo de carne vegana como normales o anormales.
Finalmente, los estudios futuros del tipo sugerido anteriormente deben analizar esta área en los próximos años, ya que la característica contemporánea de alimentación vegana, similar a una moda pasajera, probablemente se desvanecerá. Incluso ahora, la alimentación vegana y basada en plantas es criticada por varias partes interesadas, como las industrias cárnica, avícola y láctea, chefs famosos y otros actores con poder en los medios.
¿Se disolverán la asamblea y las comunidades que ahora apoyan el auge del veganismo, lo que dificultará que los consumidores políticos promuevan su causa, o la marea alta actual logrará hacer cambios permanentes en la escena alimentaria en general?
Piia Jallinoja
Tampere University
Markus Vinnari
University of Helsinki
Mari Niva
University of Helsinki
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
Artículo completo en [PDF] publicado en The Oxford Handbook of Political Consumerism, eds. Boström, M, Micheletti M & oosterveer, P., The Oxford University Press, pp. 157-179.
Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
1— culturavegana.com, «Dieta basada en plantas», Editorial Cultura Vegana, Última edición: 27 septiembre, 2022 | Publicación: 26 septiembre, 2022. El concepto «dieta basada en plantas» se atribuye al bioquímico nutricional de la Universidad de Cornell, Thomas Colin Campbell.
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