Saltar al contenido

Porfirio y la defensa antigua del vegetarianismo

Publicación: 14 diciembre, 2025 |

Filosofía, justicia y sensibilidad hacia los animales.

Porfirio [233–306 dC] · Retrato generado por IA para Cultura Vegana

La obra más influyente de Porfirio (siglo III dC), Sobre la abstinencia de comer animales (De abstinentia ab esum animalum), es uno de los documentos filosóficos más importantes de la historia del pensamiento vegetariano. Muchos de los argumentos que hoy consideramos modernos —la racionalidad animal, la justicia interspecies o la crítica al sacrificio ritual— ya están formulados en estas páginas. Para sus contemporáneos, su rechazo a los sacrificios animales en la religión tradicional no solo resultaba incómodo: era una postura que debió de parecer peligrosamente revolucionaria.

A lo largo de los siglos, el renovado interés por las raíces filosóficas del vegetarianismo ha devuelto al primer plano el pensamiento griego. Numerosas ideas defendidas por Porfirio —como la noción de que los animales poseen razón y, por tanto, merecen un trato justo por parte de los humanos— sobreviven hoy en los argumentos éticos que sustentan la defensa del vegetarianismo y de los derechos animales.

Un texto hecho para debatir, no solo para exponer

La historiadora Gillian Clark señala que gran parte del tratado de Porfirio es, en realidad, una recopilación y discusión de argumentos ajenos, seleccionados estratégicamente para ganar una disputa filosófica más que para explorar en profundidad todas sus consecuencias. Porfirio describe el comportamiento animal mediante escenas donde se enfrenta la razón al impulso, como en este famoso pasaje:

«Los animales usan la razón en muchas de sus acciones: a veces, aun sabiendo que los cebos se usan para atraparlos, se acercan movidos por un apetito incontrolado o por el hambre; pero otros no se acercan directamente, vacilan y prueban si pueden retirar el alimento sin ser capturados. A menudo, la razón vence y la pasión se desvanece. Algunos incluso insultan el artilugio humano orinando sobre él».

Este tipo de observaciones revela una convicción profunda: los animales no son seres dominados únicamente por el instinto, sino criaturas capaces de deliberar, evaluar riesgos y actuar en consecuencia.

El argumento de los “casos marginales”

El filósofo Daniel Dombrowski sostiene que Porfirio fue uno de los primeros en formular lo que hoy conocemos como el argumento de los casos marginales: si negamos consideración moral a los animales por su supuesta falta de racionalidad, tendríamos que negar también esa consideración a algunos seres humanos —bebés, personas con discapacidades cognitivas graves o ancianos con demencia— que tampoco cumplen estrictamente ese criterio.

Dombrowski basa su interpretación en pasajes como este, extraído de De abstinentia ab esum animalum:

«Comparar las plantas con los animales es alterar el orden natural. Las plantas carecen totalmente de sensación; nada doloroso o perjudicial puede afectarles. Pero los animales sienten, pueden sufrir, aterrorizarse o ser heridos. […] ¿No es absurdo que muchos de nuestra propia especie vivan solo desde la sensación, sin poseer intelecto ni razón, y aun así no les neguemos justicia, mientras que al buey que ara, al perro que convive con nosotros o a los animales que nos alimentan con su leche y nos abrigan con su lana, no les ofrecemos ninguna justicia?».

Porfirio denuncia así la irracionalidad moral de la jerarquía especista: tratamos con justicia a ciertos humanos por el mero hecho de ser humanos, pero negamos esa justicia a animales que nos acompañan, trabajan con nosotros o nos proporcionan sustento.

¿Racionales o irracionales? La tensión interna en la obra de Porfirio

La mayoría de especialistas coinciden en que De abstinentia ab esum animalum defiende la idea de que comer animales es injusto porque son seres racionales. Sin embargo, no está claro si Porfirio sostenía esta postura de forma totalmente coherente. En otros textos, como la Isagoge —su célebre introducción a la lógica aristotélica— afirma que los animales no humanos son irracionales.

Este aparente conflicto ha dado pie a interpretaciones variadas: algunos filósofos, como Jonathan Barnes, proponen métodos para armonizar ambas posiciones; otras, como G. Fay Edwards, consideran que esa conciliación no se sostiene.

La explicación más aceptada hoy es que Porfirio utilizaba materiales y argumentos diferentes según las necesidades dialécticas del debate, más que desde un sistema ético cerrado.

¿Defensa animal o autocultivo moral?

El filósofo Owen Goldin concluye que la mayoría de los argumentos de Porfirio no se formulan en beneficio del animal, sino de la propia excelencia moral del ser humano. Para Porfirio, abstenerse de comer animales era una práctica que perfeccionaba el alma, purificaba la vida y acercaba al ideal filosófico. Aun así, aunque su finalidad última fuese antropocéntrica, su obra inauguró un legado ético que siglos después serviría de fundamento a los movimientos por los derechos animales y a la crítica contemporánea del carnismo.

Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

1— culturavegana.com, «La dieta de Porfirio», Howard Williams, Editorial Cultura Vegana, Última edición: 31 octubre, 2022 | Publicación: 30 octubre, 2022. Uno de los más eruditos, así como uno de los más espirituales, de los literatos de cualquier época o pueblo, y ciertamente el más estimable de todos los filósofos griegos existentes después de los días de Plutarco, nació en Tiro o en algún país vecino. pueblo. Su nombre original, Malchus, la forma griega del sirio Melech (rey), y el nombre por el que lo conocemos, Porfirio (vestido de púrpura), bien podemos tomarlo como una señal de su superioridad filosófica.


Comparte este post sobre Porfirio en redes sociales

Valora este contenido...

(Votos: 0 Promedio: 0)

...y compártelo