El Banco Mundial de Semillas de Svalbard o Cámara Global de Semillas, Svalbard Global Seed Vault es un enorme almacén subterráneo de semillas de miles de plantas de cultivo de todo el mundo.
Situado en la isla de Spitsbergen, en el archipiélago noruego de Svalbard, cerca de su capital, Longyearbyen. Con una extensión de más de mil metros cuadrados repartidos entre tres almacenes, es el depósito de semillas más grande del mundo. Fue inaugurado en 2008 para salvaguardar la biodiversidad de las especies de cultivos que sirven como alimento en caso de una catástrofe local o mundial.
Se conoce popularmente como la «cámara del fin del mundo» en inglés Doomsday Vault porque es capaz de resistir terremotos, el impacto de bombas y otros desastres. La cámara también está protegida de la radiación solar, y, en caso de fallo eléctrico, el permafrost, -la capa de suelo permanentemente congelada del exterior- actuaría como refrigerante natural. Los almacenes subterráneos del banco tienen una temperatura natural constante de entre -3 y -6°C, además cuentan con una refrigeración artificial hasta los -18°C para asegurar la conservación de las semillas durante años. La ubicación a 130 metros sobre el nivel del mar garantiza que el suelo esté seco.
La Cámara Global de Semillas no es un banco genético al uso al que puedan recurrir investigadores u otros interesados. El Banco de Semillas de Svalbard fue creado para que los bancos genéticos de todo el mundo almacenen en él muestras de sus colecciones de semillas y las puedan replicar en caso de que se pierdan como consecuencia de conflictos bélicos, actos terroristas, pandemias o catástrofes naturales.
La idea de un gran banco de semillas internacional no es nueva. El Banco Genético Nórdico de Agricultura y Horticultura que se inauguró en 1984 en la Mina 3, una explotación minera en desuso, constituía un almacén de seguridad de semillas de plantas escandinavas. En aquella época, la incertidumbre relacionada con la propiedad de los recursos genéticos impedía, entre otras causas, que el banco fuera de ámbito internacional. El TRFAA, Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, que entró en vigor en junio de 2004, resolvió este problema, y Noragric de la Facultad de Ciencias de la Vida de Oslo comenzó a trabajar en un estudio preliminar para la creación de un banco de semillas.
El centro funciona como una caja de seguridad en un banco. El edificio es del Banco de Semillas, propiedad del gobierno de Noruega, y el contenido de cada caja es del banco genético que lo ha depositado. La única institución que ha reclamado las semillas que había depositado en Svalbard fue en 2015 a causa de la guerra de Siria. ICARDA, El International Center for Agricultural Research in the Dry Areas de Alepo albergaba 148.000 variedades adaptadas a zonas áridas, pero el conflicto hizo que el almacén quedase totalmente destruido. Por suerte, había enviado un 80 % de duplicados de sus muestras al banco de Svalbard.
La construcción del Banco Mundial de Semillas costó unos 9 millones de dólares, que asumió Noruega. El Ministerio de Agricultura y Alimentación coordina su funcionamiento diario junto con el Nordic Gene Resource Centre y la Global Crop Diversity Trust. En su décimo aniversario en 2018 se elaboró un proyecto de mejora que incluye un nuevo túnel de acceso y un edificio para unidades refrigeración y de suministro de energía en caso de emergencia.
La obra Perpetual Repercussion de Dyveke Sanne que adorna el frontal con triángulos de acero obtuvo un galardón en los premios Iluminación de Noruega en 2009.
La amenaza del cambio climático
Las instalaciones del Banco de Svalbard conservan 930.000 semillas de más de 4.000 especies de plantas. El fenómeno de deshielo detectado en los últimos años en esta zona de la isla Spitsbergen es preocupante aunque de momento moderado y las consecuencias para el banco de semillas no parecen alarmantes. Los expertos ya iniciaron estudios de detalle para calcular los daños posibles si el cambio climático sigue creciendo en intensidad en las regiones árticas que son las zonas más afectadas por el cambio climático en todo el planeta.
Otra amenaza es Bayer, que en 2018 compró Monsanto para convertirse en la empresa agroquímica mayor del planeta para la producción de herbicidas y semillas transgénicas. Ante la inestabilidad climática que ya está afectando negativamente a la producción agrícola, Bayer va a invertir en tecnología capaz de desarrollar una agricultura hiperintesiva, en la que se produzca más con menos. El presidente de Bayer, Werner Baumann, quiere que el nombre Monsanto desapareza del mercado, aunque continuarán produciendo los herbicidas con la misma marca que lo fabricaba Monsanto como Chlorpropham. A partir de ahora, el mercado agroquímico y de semillas mundial queda en pocas manos. Junto al nuevo gigante, Chem-China-Sygenta y Dupont y Corteva son las otras dos grandes megacorporaciones que operan en el mercado agroquímico.
La esperanza es que los pequeños agricultores protegan las semillas antiguas que pasan de generación en generación. Estas semillas, no manipuladas en laboratorio, son el mayor legado genético que heredarán nuestros hijos y nuestros nietos. Es el único camino para salvaguardar la riqueza natural de especies legumbres, verduras y frutas que mantienen un sabor ancestral de los alimentos puros, libres de antibióticos y completos a nivel nutricional.
Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
1- lavanguardia.com, «El récord de calor en el Ártico amenaza ahora a la Bóveda del Fin del Mundo», Joaquim Elcacho, 3/08/2020
2- vix.com, «La bóveda del fin del mundo: ¿lo que almacena es suficiente para afrontar una pandemia?», Karla Martínez, 2020
3- norden.org, «Why the Global Seed Vault is so important», 27/02/2018
4- TRFAA, «Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura».
5- Web de The Svalbard Global Seed Vault
6- lavanguardia.com, «La Bóveda del Fin del Mundo, amenazada por inundaciones por culpa del cambio climático», Joaquim Elcacho, 26/05/2017
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