En ningún momento, en ningún calendario del mundo, la mayoría de los animales con los que compartimos este planeta disfrutan de paz, como es su derecho.

Independientemente del período histórico o la esfera cultural, los animales han sufrido y seguirán sufriendo la brutalización a manos del hombre. Pero hay momentos durante cada año en que su persecución se intensifica considerablemente y los mataderos se inundan con su sangre más de lo habitual.

La Pascua es uno de esos momentos. El simbolismo de la Pascua es probablemente el más poderoso de todo el calendario cristiano y de todas las religiones del mundo. La esperanza, el renacimiento y la vida eterna son conceptos potentes y profundamente significativos para los seres humanos, pero lo que se retuerce en el fondo de este simbolismo es la realidad más sórdida y viciosa.
El tierno cordero, por ejemplo, representa la pureza, la inocencia y el sacrificio de Jesús y por lo tanto, se convierte en el animal elegido para la cruel ejecución y el consumo masivo anual. Bebés con etiquetas en las orejas o pintados con aerosol separados de sus madres, marcados para morir en el momento en que nacen. Unos pocos meses de vida para los corderitos no significan nada más que sus piernas asadas en la mesa de alguien.

Los hornos de Pascua de los humanos son el punto final de vidas enteras. Extraño, salvaje y grotesco. No hay simbolismo de esperanza, paz o renacimiento para estos individuos. Esto nos lleva a la pregunta, ¿cuál es el valor del simbolismo que se construye a partir de lo que está completamente en desacuerdo con la representación? Cuando el terror, el miedo, el dolor, la tortura y la violencia extrema, que culminan en el asesinato, informan la simbolización de la esperanza, el renacimiento y la vida eterna, ¿somos capaces de apreciar y promover tal simbolismo?¿Deberíamos emplear tal salvajismo en nuestra búsqueda para producir significado espiritual?¿Es moralmente aceptable negar al cordero su individualidad, integridad corporal y derecho a la vida por el bien de nuestras tradiciones religiosas?¿El asesinato está validado por un simbolismo que requiere la completa degradación de los demás?

No hay valor ni virtud en la violencia sin sentido, y la violencia sin sentido nunca es, milagrosamente, legitimada por la religión, la costumbre o la tradición. Sencillamente, la espiritualidad y la violencia no van de la mano… y la respuesta a todas las preguntas anteriores debería ser No.
Anónima vegana
Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
1- culturavegana.com, «Tu cordero listo para degollar», Editorial Cultura Vegana, Última edición: 16 abril, 2022 | Publicación: 20 diciembre, 2020