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Las 10 claves para detener la experimentación animal

Publicación: 16 marzo, 2021 |

Los experimentos con animales se realizan con tu dinero y tu consentimiento. Tienes derecho a hacer que se oiga tu voz. Y tienes más poder de lo que crees.

Es imposible precisar cuántos animales son maltratados, torturados, mutilados y asesinados anualmente en nombre de la ciencia. Resulta imposible porque muchos científicos, sabedores de que sus actividades son inútiles e impopulares, mantienen el secreto y rechazan facilitar detalles acerca de los animales que utilizan.

Pero utilizando las cifras disponibles es posible realizar cálculos bastante acertados. En EEUU, los investigadores académicos utilizan entre 17 y 22 millones de animales anualmente, mientras que la industria cosmética del mismo país se sirve de cerca de un millón más. En Gran Bretaña, los científicos utilizan entre 3 y 4 millones de animales al año. La suma de todos los animales que se utilizan en el mundo ronda probablemente los 250 millones. Para ofrecer una cifra más descriptiva, los experimentadores con animales utilizan alrededor de 100.000 ó 125.000 animales cada hora.

Virtualmente todos los experimentos con animales se realizan con tu dinero y tu consentimiento. Tienes derecho a quejarte, derecho a expresar tu opinión y derecho a esperar que la gente te escuche. El sistema que apoya y protege la experimentación con animales está poniendo en peligro tu salud, la de tu familia, la de tus amigos y vecinos, y la gente que defiende la experimentación con animales lo hace porque tiene interés personal que nada cambie. Aquí tenemos un plan sencillo de 10 puntos clave que ayudarán a mostrar con exactitud cómo puedes asegurarte de que te escuchan.

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No permitas que te intimide o atemorice la voz de eminentes médicos y científicos. Algunos de los más reputados y mejor situados están faltos de inteligencia e integridad. Cualquiera, sin importar lo famoso que sea, que defienda la experimentación con animales es un mentiroso o un tonto. Lee la mayor cantidad de libros que puedas al respecto, pero mantén tu escepticismo y tu precaución ante el dogmatismo científico. En respuesta a aquellos que me acusan de dogmático señalo que no tengo reparo en recomendar a mis lectores la mayor cantidad de obras que puedan conseguir, incluyendo las publicaciones de los defensores de la vivisección. Se inquisitivo con los así llamados expertos y formula siempre las preguntas más embarazosas, como ¿por qué? y ¿cómo?

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Únete al menos a una asociación antivivisección y lee sus publicaciones. Encontrarás, inevitablemente, que hay una gran diferencia en calidad entre las distintas publicaciones: algunas son muy amateurs, mientras que otras alcanzan un nivel muy profesional. Asiste a reuniones donde puedas enterarte de muchas cosas sobre las motivaciones y los descubrimientos de tu grupo antes de ofrecer dinero. Como alternativa a ofrecer dinero directamente, considera el comprar libros, panfletos u octavillas o incluso producirlas tú mismo y ofrece o envía copias a gente a quien pueda interesarles. Sin duda encontrarás que mucha de la gente a la que intentes convertir ya tendrán el cerebro convenientemente lavado con el sofismo «o las ratas o mi hijo«. Ten paciencia con ellos, y estate preparado para afrontar las dificultades que entraña admitir que los portavoces de la profesión médica están equivocados. Antes de ofrecer dinero a alguna organización benéfica descubre todo lo que puedas acerca de sus actividades. Un número sorprendentemente amplio de organizaciones benéficas utilizan sus fondos para pagar experimentos con animales. Si tienes dudas, pregunta a los representantes de estas organizaciones si pagan o no experimentos con animales. Si admiten que es así, casi con toda seguridad dirán que sólo se trata de experimentos útiles y relevantes. Como tú ya sabes la verdad te será posible explicar que sólo les darás dinero si cesan con tales prácticas. Podrás persuadirles para que reconsideren sus programas de financiación. Como regla general intenta ofrecer dinero a organizaciones que ayudan a la gente o a los animales directamente en vez de «ayudar» a proyectos de investigación inútiles.

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Quéjate a tus representantes políticos, pero asegúrate de que la información que les envías está escrita de forma sencilla y libre de gráficas extravagantes. Las quejas a los políticos no son muy efectivas, pero no te des por vencido. Aunque parezcan no querer discutir con los poderes establecidos, los políticos atentos y competentes siempre están preparados para advertir que cierta línea de ataque puede atraer la atención de los votantes o puede propulsar sus carreras.

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Intenta comprar productos para la casa o para el cuidado personal que no hayan sido probados con animales. Muchos grupos antivivisección publican listas de productos de aseo, medicinas y productos químicos que no se han probado con animales. Si crees que no te queda otra alternativa más que comprar un producto probado con animales, escribe una carta educada pero firme quejándote a la tienda y al fabricante. Varias empresas cosméticas internacionales han variado su actitud ante los experimentos con animales a partir de las protestas de los clientes. Si te encuentras con una empresa que persiste en continuar con sus experimentos, escribe al presidente de la misma para explicarle por qué has dejado de comprar sus productos; escribe a los proveedores de la empresa y a sus distribuidores para quejarte, compra una acción y preséntate en la reunión anual de accionistas y pregunta al presidente por qué la empresa persiste en realizar inútiles pruebas con animales; y consigue que otros tenderos boicoteen los productos de la empresa y los periódicos, revistas y emisoras de televisión que anuncian sus productos.

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Envía cartas de protesta a periódicos, revistas y emisoras de televisión si crees que han proclamado juicios de valor erróneos acerca de los experimentos con animales. Además, si encuentras información que consideras pueda resultar interesante para un periódico, llama al redactor jefe. Cuando hables con periodistas intenta diferenciar siempre los hechos de las opiniones. Sin embargo, no te desesperes si al principio tienes dificultades para generar publicidad que te aporte apoyo. Las empresas farmacéuticas, las universidades y los miembros de la jerarquía médica disponen de grandes cantidades de dinero y de prestigio comercial, y muchos periodistas supuestamente independientes, y locutores de radio, pueden no querer contradecir las cifras oficiales.

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Puede que se rían de tí o que recibas burlas, pero no importa lo enfadado que te encuentres ante las mentiras de tus oponentes: nunca pierdas la calma. A mí me han llamado nazi y comunista; se me ha acusado falsamente de expulsión de la profesión médica; y un científico me acusó de haber falseado las pruebas contra él aunque siempre he tenido cuidado de citar sus trabajos a partir de sus propios informes científicos. Si guardas la calma, la potencial audiencia simpatizará mejor contigo y te mostrará su apoyo. Recuerda que, dado que tus oponentes no desean que airees la cuestión (puesto que cualquier tipo de publicidad siempre se considera maligna para el statu quo y dado que tienen más que perder que ganar), puedes estar agradecido por la más mínima publicidad que consigas.

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Incluso si un artículo o emisión sólo convence a una persona acerca de los males de la vivisección, ya habrá sido de ayuda. Para ilustrar las dificultades del movimiento antivivisección en la obtención de cobertura, mencionaré que después de ser nombrado Presidente de la Liga Internacional de Médicos por la Abolición de la Vivisección LIMAV se envió a un gran número de revistas médicas una nota según la cual 572 doctores de veintiocho países se habían unido para quejarse de que los experimentos con animales eran tan poco fiables que resultaban un peligro para la salud. Ninguna de tales notas informaba acerca de la LIMAV, pero aquella semana el British Medical Journal encontró espacio para dar detalles acerca de un seminario del National Health Service sobre cómo solicitar la reducción de gastos de sus empleados.

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Intenta convencer a tus médicos de que los experimentos con animales están perjudicando tu vida permitiendo que las empresas farmacéuticas lancen al mercado substancias que no se han comprobado adecuadamente antes de su venta. Una vez les haya convencido de la verdad, sugiéreles que no receten tal tipo de medicamentos.

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Si eres estudiante y tus profesores esperan que realices experimentos de vivisección, tienes derecho a protestar y a rechazar tomar parte en ellos. Millones de animales se utilizan cada año en escuelas y universidades, pero la mayor parte de las instituciones de prestigio permiten hoy en día que sus estudiantes objeten ante tales experimentos sin castigo académico alguno. Aunque algunos profesores pasados de moda y poco dados a razonar todavía creen que se debe forzar a los estudiantes a despedazar a animales. Creo que vale la pena señalar que en 1987 el gobierno argentino prohibió la vivisección en las escuelas y afirmó que «la biología es la ciencia de la vida, y por ello no resulta coherente la enseñanza a costa de la vida de otros seres«. El gobierno argentino también señaló que «los experimentos con animales son parte de un proceso peligroso que tiende a desensibilizar la mente ante el dolor y el sufrimiento«. En algunos estados americanos se han aprobado leyes que obligan a las instituciones de enseñanza a ofrecer alternativas a los estudiantes que objetan ante la disección de animales, vivos o muertos.

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Ten en cuenta el hecho que no sólo las empresas farmacéuticas y químicas realizan experimentos con animales. Muchos aditivos alimenticios se comprueban con animales, así que compra comida cultivada orgánicamente cuando te sea posible; las pieles, el algodón, el cuero y la lana se convierten en prendas de vestir con la ayuda de productos químicos probados en animales, y también se preparan fibras artesanales con los mismos productos químicos, así que compra la menor cantidad de ropa posible y utilice tus prendas hasta que queden inservibles; muchos productos de jardinería y de uso doméstico corriente se prueban con animales, así que intenta no comprar productos anunciados como «nuevos» o «mejorados» o que afirmen contener ingredientes «más efectivos que antes«.

Si te conviertes en miembro activo de casi todos los grupos antiviviseccionistas que encuentres, me temo que pronto te darás cuenta de que la mayor parte de las organizaciones e individuos que dicen oponerse a los experimentos con animales se pasan la mayor parte del tiempo peleándose unos contra otros en vez de luchar a favor de los animales.
Son propensos al desacuerdo acerca de la forma y el método de ataque. Son propensos a desacuerdos acerca de hasta dónde se debe criticar a los que realizan experimentos con animales. Son propensos a variaciones en los objetivos de las campañas, algunos antiviviseccionistas creen que algunos experimentos con animales tienen justificación.
Todas estas variaciones son naturales e inevitables en un movimiento de ámbito internacional que comprende millones de militantes individuales. Pero no hay justificación para las guerras intestinas en el movimiento antivivisección.

Los vivisectores nunca muestran en público sus desacuerdos. Los científicos locos nunca se desaprueban unos a otros. No gastan sus energías en pelearse. Mi impresión personal es que no importa si otros antiviviseccionistas no aprueban mi línea de ataque. Y rechazo enojarme si me entero de que otros antiviviseccionistas sólo están dispuestos a criticar ciertos experimentos.

Lo importante es que todos vamos en la misma dirección. No estaría muy contento de unirme a un movimiento que estuviera a favor de la prohibición de los experimentos con animales sólo los sábados y los domingos, pero no me opondría activamente a tal movimiento.

No tendría mucho respeto por una sociedad que afirmara que sólo los científicos cuyos nombres empiezan por K son los elegidos para realizar experimentos con animales. Pero ¿qué sentido tendría luchar contra tales organizaciones? Puede que sus objetivos y los míos no sean los mismos, pero al menos tenemos un objetivo en la misma dirección general. Prefiero perder mi tiempo luchando contra los vivisectores y los experimentos con animales que luchando contra otras personas cuyos puntos de vista difieren en menor grado con los míos.

Creo que aquellos de nosotros que nos oponemos a los experimentos con animales debemos luchar juntos. Daremos la bienvenida a cualquiera que esté de acuerdo con nuestros objetivos generales y que resista la tentación de juzgar o condenar a otros cuyos métodos u objetivos puedan variar ligeramente de los nuestros. Tenemos bastante con qué enfrentarnos como para complicarnos las cosas luchando unos contra otros.

Qué es LIMAV

La organización médica internacional para la abolición de la vivisección LIMAV fue fundada en Zurich en 1987 por Milly Schär-Manzoli y Max Keller. Se admiten como miembros de la Organización los aspirantes que posean un título universitario de tres años, maestrías o especialidades en materias científicas como Medicina, Veterinaria, Biología u otras titulaciones en el campo médico y biológico que deban ser aprobadas por el Junta Ejecutiva. Los miembros son admitidos de forma gratuita sin ninguna obligación de pagar una tarifa, pero pueden contribuir con donaciones o contribuciones al logro de los objetivos estatutarios.

La clonación de monos

Refiriéndose a la clonación de los dos monos macacos por dos criminales chinos, que no pueden ser llamados «científicos» porque esto no es nada más que un crimen contra la ciencia, la Asociación LIMAV de Italia (Liga Médica Internacional para la Abolición de la Vivisección) quiere expresar su opinión científica.

El autor dice en un comunicado que “la mayoría de los animales que se utilizan en el laboratorio para estudiar enfermedades, desde el cáncer hasta el Alzheimer, son ratones altamente híbridos. ¡Pero los ratones no desarrollan todas las enfermedades humanas ni las desarrollan de una manera diferente a como lo hacen los humanos”! Solo falta un pequeño detalle y es que también los macacos detenidos en un laboratorio de investigación enferman de cáncer que en la especie humana podría tener una causa genética, ambiental o relacionada con la alimentación y los estilos de vida; todas estas causas nada tienen que ver con los monos que quisieran vivir libres en algún bosque del sudeste asiático.

Y es realmente lamentable hablar de enfermedad, porque para la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas no obtienen avances científicos, precisamente porque siempre se ha experimentado en ratones y macacos, sin llegar nunca a una terapia; y nunca habrá una terapia porque estas enfermedades no existen en ninguna otra especie animal que los humanos. Así que sigues estudiando la “nada”.
Los autores también argumentan que “esto creará modelos reales no solo para los trastornos genéticos del cerebro, sino también para los tumores, los trastornos inmunitarios o metabólicos”.

Lo peor de la afirmación sobre los trastornos cerebrales genéticos es que un mono clonado podría ser un «modelo real» de trastornos inmunitarios o metabólicos. Las personas que estudiaron biología saben que los trastornos inmunológicos o metabólicos son específicos de una especie, es decir, cada especie tiene su propio sistema inmunológico y su metabolismo es diferente al de otras especies.

Por el contrario, podemos decir que ni siquiera dos gemelos homocigotos (de cualquier especie), tienen un metabolismo o un sistema inmunológico que pueda ser un modelo real para el otro. Muchos científicos dicen que la mayoría de los estudios clínicos han fracasado en humanos porque se han basado en modelos animales que no son predictivos de nuestra especie.

En última instancia, si el resultado de la clonación de monos quería ser un paso adelante para la investigación científica que estudia las enfermedades que afectan a los humanos, fue en cambio un salto atrás del verdadero progreso científico que debería mejorar los métodos «basados ​​en humanos«, basados ​​en todo lo relacionado con nuestra especie como células, tejidos, órganos o incluso sistemas informáticos que son mucho más fiables para el estudio de las enfermedades humanas, que el uso de modelos animales, que no son reales.

Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com

NOTAS BIBLIOGRÁFICAS

1- Este artículo es una versión traducida del original de Vernon Coleman Devon, 1991 publicado en el libro «Por qué debe cesar el genocidio de animales». Puedes pedir una copia por email de la versión pública completa.

2- culturavegana.com, «Test en animales», Editorial Cultura Vegana, Última edición: 5 junio, 2020 | Publicación: 8 mayo, 2020

3- bbc.com, «La polémica clonación de monos en China con la técnica de la oveja Dolly y qué dice sobre la posibilidad de clonar humanos», Redacción BBC Mundo, 25 de enero de 2018

4- nytimes.com, «Sí, ya clonaron monos en China, pero eso no significa que lo harán con humanos», Gina Kolata, New York Times, 25 de enero de 2018

5- nationalgeographic.com.es, «Los primeros monos clonados con la misma técnica que la oveja Dolly», Alec Forssmann, National Geographic España, 25 de enero de 2018

6- vice.com, «La empresa que clona mascotas después de la muerte», Rafael Toriz, VICE, 9 de mayo de 2017. BIOCAN es una organización que se dedica a la asistencia y logística para la clonación de animales de compañía.

7- culturavegana.com, «SHAC, Stop Hunington Animals Cruelty», Editorial Cultura Vegana, Última edición: 31 octubre, 2020 | Publicación: 5 junio, 2020


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