Las últimas palabras de Jane Goodall, un legado eterno de esperanza y compasión

Netflix acaba de estrenar “Últimas palabras célebres: Jane Goodall”, una entrevista inédita grabada en marzo de este año, apenas unas semanas antes del fallecimiento de la legendaria primatóloga, etóloga y activista ambiental. El documental no solo es una despedida, sino un testamento espiritual, un mensaje final que Jane quiso dejar a la humanidad. Su voz —serena, firme y llena de ternura— nos recuerda, una vez más, que la esperanza no es ingenua: es una forma de resistencia.
“No os rindáis”, dice Jane con una sonrisa suave, mirando a la cámara como si hablara directamente a cada uno de nosotros.
Esa frase resume toda su vida. Desde que en 1960, con apenas 26 años, llegó al Parque Nacional de Gombe, en Tanzania, para estudiar a los chimpancés en libertad, Jane desafió todo lo establecido: era una mujer joven, sin formación científica formal, entrando en un mundo dominado por hombres y prejuicios. Pero su observación atenta y respetuosa cambió para siempre nuestra comprensión de los animales. Descubrió que los chimpancés fabrican y usan herramientas, sienten emociones, cooperan, se reconcilian y cuidan unos de otros. En otras palabras, que la frontera entre humanos y animales era mucho más delgada de lo que la ciencia quería admitir.
Aquel hallazgo no solo revolucionó la biología; también transformó su propia vida. Jane decidió dedicarla por completo a proteger la naturaleza y defender la vida en todas sus formas. En los años siguientes, viajó por más de 60 países, fundó el Jane Goodall Institute y creó el programa educativo Roots & Shoots, que hoy inspira a jóvenes de más de 100 países a cuidar su entorno, a actuar con empatía y a creer que cada pequeño gesto cuenta.
El documental nos muestra a una Jane ya frágil físicamente, pero luminosa como siempre. Sentada junto a la ventana de su casa en Bournemouth, rodeada de plantas y recuerdos, reflexiona sobre el viaje que fue su vida. Habla de su madre, quien la animó desde niña a seguir su curiosidad por los animales; de sus años en la selva; de los desafíos de envejecer; y, sobre todo, de la necesidad de mantener la esperanza incluso en tiempos oscuros.
“He visto cómo un solo árbol puede devolver la vida a una colina desierta”, dice con esa voz pausada, casi susurrante. “He visto a comunidades enteras renacer cuando se les da la oportunidad de cuidar su tierra. He visto cómo los jóvenes, con su energía y su idealismo, pueden cambiar el mundo. Por eso, nunca, nunca debemos rendirnos.”
Jane no esquiva los temas difíciles. Con su habitual honestidad, habla de la crisis climática, del consumo desmedido y de la indiferencia de muchos líderes ante la destrucción del planeta. Pero no desde el rencor, sino desde la comprensión: “No sirve odiar. Lo que necesitamos es empatía, educación y compasión. Solo así lograremos la paz, no solo entre nosotros, sino también con los animales y con la Tierra misma.”
En un momento especialmente emotivo, la cámara capta un silencio prolongado. Jane observa un retrato suyo junto a un chimpancé, David Greybeard, su primer gran amigo en Gombe. Sonríe y dice: “A veces me pregunto si, cuando muera, volveré a verle. Me gusta pensar que sí.”
Ese instante resume el espíritu de toda su obra: la unión inseparable entre la humanidad y el resto de la vida. Para Jane, amar a los animales era amar la existencia misma.
El documental, producido por National Geographic y dirigido por Brett Morgen —quien ya nos conmovió con Jane (2017)—, no busca la lágrima fácil. Es un retrato íntimo, real, lleno de pausas, silencios y miradas que dicen más que cualquier palabra. Verlo es sentir la presencia de una mujer que convirtió su vida en un ejemplo de coherencia, compasión y esperanza.
Cuando la entrevista llega a su fin, Jane cierra los ojos unos segundos. Su último mensaje, grabado casi a modo de susurro, es un recordatorio para todos nosotros:
“El planeta nos habla cada día. Escuchadlo. Escuchad el canto de un pájaro, el rumor del viento, la risa de un niño. En esos sonidos está la vida. Y mientras haya vida, hay esperanza.”
Jane Goodall
Jane Goodall no se ha ido. Su voz seguirá resonando en cada bosque que ayudó a proteger, en cada chimpancé que aún vive gracias a su trabajo, y en cada joven que hoy planta un árbol inspirado por sus palabras.
“No os rindáis.”
Ese fue su legado. Y ahora nos toca a nosotros hacerlo realidad.
Documentales Cultura Vegana
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FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
1— culturavegana.com, «Jane Goodall: Una llamada urgente a la esperanza y acción ambiental», Editorial Cultura Vegana, Publicación: 16 febrero, 2024. Reflexiones reveladoras desde Davos sobre el futuro de la Tierra.
2— culturavegana.com, «El mayor peligro para nuestro futuro es la apatía», Jane Goodall, Editorial Cultura Vegana, Publicación: 24 noviembre, 2023. Raíces & Brotes del Instituto Jane Goodall: Un Movimiento Global de Jóvenes Actuando por el Planeta.
3— culturavegana.com, «Palabras de Jane Goodall», Editorial Cultura Vegana, Última edición: 19 septiembre, 2023 | Publicación: 3 enero, 2023. Deseo que disfrutéis de las fiestas y comencéis el 2023 inspirados para aportar vuestro granito de arena para hacer de éste un mundo más sostenible.
4— culturavegana.com, «El libro de la esperanza», Jane Goodall, Editorial Cultura Vegana, Última edición: 26 enero, 2022 | Publicación: 21 enero, 2022. Una guía de supervivencia para tiempos difíciles. El mundo necesita más que nunca un manifiesto para la esperanza.
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