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Pagándole a otro para que haga el trabajo sucio

Última edición: 22 febrero, 2022 | Publicación: 14 septiembre, 2020 |

El hecho de que le paguemos a otros para que cause el sufrimiento y la muerte a animales no nos saca del lío moral.

Podrías, a esta altura, estar indignado y estar pensando, o incluso estar diciendo en voz alta, “¡Claro que hay una diferencia! Michael Vick participó directamente en las peleas de perros y disfrutó del sufrimiento. Yo sólo compro productos animales en la tienda”. Por supuesto que disfrutamos los resultados del sufrimiento y muerte de animales pero, a diferencia de Michael Vick, nosotros no disfrutamos del proceso mismo del sufrimiento y muerte.

Michael Vick
Peleas de perros: El caso de Michael Vick

Aunque eso pudiera ser cierto, es irrelevante desde un punto de vista moral.

Como cualquier estudiante de primer año de derecho te dirá, el derecho penal es claro en cuanto a que no importa si tú aprietas el gatillo o si contratas a alguien más para que apriete el gatillo. Es asesinato en ambos casos. Puede ser cierto que la persona que aprieta el gatillo, clava el cuchillo o da el hachazo es una persona menos “agradable” en algún sentido que la que sólo paga un honorario. Después de todo, se necesita un cierto tipo de persona para realizar el acto físico de asesinar a otra. La persona que en efecto comete el acto puede que sea un sádico que disfruta viendo a otros humanos sufrir. Pero aun así sigue siendo asesinato tanto para la persona que comete el acto y disfruta sádicamente el hacerlo, como para la persona que paga por el homicidio. Los tratamos igual legalmente porque, desde un punto de vista moral, los dos son iguales.

De manera similar, la persona que disfruta matando animales o viendo cómo se matan entre sí puede ser una persona más brutal que aquella que le paga a otro para que mate. Así que pudiera haber una diferencia psicológica entre la persona que le paga a otra para matar y la persona que mata, pero en lo que respecta a culpabilidad moral, no existe ninguna diferencia.

¿La manera en como juzgas a Michael Vick tendría alguna diferencia si hubiese financiado la operación de peleas de perros pero nunca hubiese asistido a ellas personalmente? El hecho de que Michael Vick disfrutaba viendo las peleas de perros y aparentemente participaba directamente en la matanza de perros lo hace una persona más despiadada, pero eso es una cuestión psicológica y no tiene relación con su culpabilidad moral. No hay ninguna diferencia entre la persona X, que mata al perro, y la persona Y, que le dice a X “mata al perro pero espera a que me vaya porque soy muy sensible.”

El hecho de que le paguemos a otros para que cause el sufrimiento y la muerte a animales no nos saca del lío moral.

Hay algunas personas que dicen que la diferencia entre Michael Vick y aquellos que sólo consumen productos animales es que estos últimos no son conscientes realmente sobre el sufrimiento que los productos animales conllevan.

Nos cuesta mucho aceptar esta postura. Después de todo, nadie mayor de cuatro años de edad piensa que la carne crece en los árboles. Aun si no conoces el proceso exacto que involucra y no conoces todas las cosas horribles que le suceden a los animales, sabes que a los animales hay que matarlos para obtener carne y nadie piensa que un matadero es algo más que un lugar de terror.

Muchos de nosotros hemos visto videos o fotografías o hemos leído descripciones escritas sobre los horrores involucrados en la producción de carne, lácteos y huevos. Y la respuesta es generalmente mirar hacia otro lado con una respuesta tal como, “No, no me enseñes eso; me quitarás el apetito.”

La conclusión es clara: todos sabemos que nuestra carne involucra sufrimiento y muerte. Nadie duda eso. Entonces, no es ni siquiera que aquellos que consumen animales no saben sobre el sufrimiento. Por supuesto que lo saben. Sí, hay una diferencia psicológica entre Michael Vick y alguien que sólo consume productos animales y que nunca mataría a un animal ella misma, pero eso es una diferencia psicológica, no moral.

De acuerdo a todo lo que se sabe, Michael Vick trataba a sus perros de una manera atroz. No cabe duda que muchos de ellos sufrieron bastante. Pero sinceramente, los animales cuyos cuerpos muchos de nosotros comeremos esta noche durante la cena sufrieron en igual medida, o mucho más aún.

Asimismo, mucha gente que consume carne se opone a la caza. Cuando les preguntamos porqué se oponen dado que consumen carne, lácteos, huevos, etc, con frecuencia responden: “Porque hay algo peor en matar al animal uno mismo. Yo nunca podría mirar a un animal y simplemente dispararle con un arma o una flecha.”

Una vez más, esa respuesta identifica un hecho psicológico; pero nada que sea relevante moralmente. De hecho, el animal que se cría y se mata para hacer una hamburguesa probablemente tuvo, en balance, una vida muchísimo peor que el animal al que mata el cazador. Por eso, aunque matar el animal en ambas situaciones no es necesario, si hubiera alguna diferencia entre estas dos situaciones, sería que la primera es en realidad peor porque involucra más sufrimiento.

Gary Francione & Anna Charlton

Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com

NOTAS BIBLIOGRÁFICAS

1- CulturaVegana.com, «Come con conciencia», Editorial, 21 agosto, 2020.

2- Amazon.com, «Come con conciencia: Un análisis sobre la moralidad del consumo de animales», Gary Lawrence Francione y Anna Charlton.

3- CulturaVegana.com, «¿Y si tratamos a los animales de consumo tal como tratamos a nuestras mascotas?», Editorial Cultura Vegana, 28 agosto, 2020

4- CulturaVegana.com, «Por favor, hazte vegano», Gary Lawrence Francione.


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