El 25% de la tierra del mundo está administrada por unos pueblos indígenas que tienen en sus manos el 80% de la biodiversidad del planeta.
Los pueblos ancestrales son los mejores guardianes de los bosques fundamentales para la vida en este planeta. La Fundación Indígena de FSC, colabora con estos grupos para proteger los bosques, ellos conocen las soluciones más efectivas para no dañar la naturaleza. Tienen la experiencia de haber vivido cambios climáticos y otras catástrofes. El futuro de la humanidad pasa por contar con ellos, aunque a día de hoy no están en la mesa donde se toman las decisiones.
Brasil Amazonas
Un grupo de amazónicos recorre Europa con una campaña que lleva por lema: «Sangre indígena: ni una simple gota más», hartos del rastro de muerte que produce la importación de soja para alimentar el ganado europeo destinado al sacrificio y al consumo de carne.
En 2017, se contaron hasta 57 asesinatos de líderes indígenas, activistas comunitarios y ambientalistas por proteger sus hogares y territorios de los efectos de la minería, del agronegocio y de otras actividades que amenazan su modo de vida, según la ONG británica Global Witness. La llegada de los narcotraficantes a la Amazonía se sumado como otra amenaza.
India Hasdeo
Las comunidades Adivasi en la India se resisten a la destrucción del gran bosque de Hasdeo, en peligro por la minería del carbón.
«Consideramos que el bosque es nuestro Dios, el proveedor de todas las cosas. Veneramos los árboles que nos rodean, y cuando nos casamos nuestras ceremonias se celebran bajo y alrededor de ellos. Rezamos todos los días a los árboles para que llenen de lluvia nuestros ríos y nutran a todas las plantas y animales.»
Soni Sori
Activista adivasi encarcelada, violada y torturada por su valerosa defensa de los derechos de su pueblo
Los gond, los oraon y otros pueblos indígenas que viven en Hasdeo saben lo que significa la minería del carbón: las minas existentes han destrozado las tierras y las vidas de comunidades vecinas, han desplazado a poblaciones locales de elefantes provocando peligrosos encuentros, y han contaminado el agua y el aire, causando graves problemas sanitarios y medioambientales.
Nueva Guinea Grime Nawa
En Papúa Nueva Guinea, esa mañana, el científico David Gaveau, autor del proyecto The Tree Map, denuncia con imágenes de satélite cómo una empresa, cuyo permiso fue revocado en enero pasado, sigue talando para cultivo de palma de aceite, y a un ritmo desenfrenado, en el valle de Grime Nawa.
Los pueblos indígenas apenas reciben un 1% de la financiación para reducir la deforestación. Para paliar este desastre, tanto Inglaterra como Noruega, Alemania, EEUU, Países Bajos y otros 17 donantes se comprometieron a dotarles con 1.470 M de euros para hacer frente al cambio climático antes de 2025. Ese dinero no ha llegado.
“Ese dinero será fundamental para poner en marcha soluciones basadas en el conocimiento indígena, algo que no se ha hecho antes porque no les llegaban los recursos destinados a mitigar el cambio climático. De momento son sólo palabras, así que esperemos que en la próxima cumbre en Egipto, la COP27 que comienza en unos días, esas palabras se conviertan en acciones; estamos en un momento crítico.”
Francisco Souza
En 2014, docenas de naciones firmaron la Declaración de Nueva York sobre los Bosques, que tenía como objetivo reducir la deforestación a la mitad para 2020 y terminarla por completo para 2030. Al contrario, la debacle ha seguido: en 2021 se deforestaron 3,5 millones de hectáreas de bosques tropicales, el equivalente a 10 campos de fútbol por minuto. La Forest Declaration Assessment, en un informe hecho público este 24 de octubre, sube la cifra de bosques desaparecidos hasta 6,8 millones de hectáreas; en el caso de los bosques primarios intactos, se señala, disminuyeron 3,1% en ese año.
África Dzanga Shanga
Se pierden árboles, bosques y diversidad alimentaria. Un paseo con una mujer baaka en el bosque de Dzanga Shanga (República Centroafricana) o con un q’eqchí por el de Petén (Guatemala) basta para descubrir que cada fruto, cada hoja, cada corteza…
tienen una función vital para quienes llevan milenios viviendo bajo sus sombras, animales o humanos.
“Los pueblos originarios viven ahí defendiéndolos y la violencia que sufren aumenta, con más defensores asesinados y desaparecidos. La cuestión es que sólo el 7,5% de los territorios son legalmente reconocidos como indígenas y de ello se aprovechan quienes van a deforestar para expandir la agricultura o la minería.”
Francisco Souza
Editorial Cultura Vegana
www.culturavegana.com
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
1— Web de la FSC Fundación Indígena
2— survival.es, «Los adivasis contra el carbón», consultado el 15 de noviembre de 2022. Si no se detiene, la masiva fiebre del carbón en la India destruirá las tierras y los medios de vida de decenas de miles de personas indígenas. Están organizando una resistencia arriesgada y valiente, y necesitan urgentemente que los apoyemos.
4— culturavegana.com, «Un planeta sano comienza con bosques y gente sanos», Editorial Cultura Vegana, Publicación: 8 septiembre, 2021. El año pasado trajo consigo una profunda comprensión de que nuestra salud como individuos y como sociedad está fuertemente conectada a la salud de la naturaleza y los abundantes servicios que nos brinda.
5— Web de Forest Declaration Assessment
Comparte este post sobre bosques ancestrales en redes sociales